El pasado martes 1 de octubre el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva, participó de la Apertura de la Semana Social «La dignidad humana y el desarrollo integral». A la luz del Evangelio de San Lucas (9, 51-56) Mons. García Cuerva compartió una reflexión para trabajar las heridas como país. Al respecto mencionó: 

La grieta ya existía en la época de Jesús entre judíos y samaritanos e insisto con un concepto que personalmente me parece explica un poco mejor la realidad argentina y es que lo que hay entre nosotros no se llama grieta, porque la grieta se da en las paredes o en los pisos y en general es muy difícil que una grieta se cierre. A mi me gusta la palabra herida porque duele en las entrañas de nuestro pueblo pero al mismo tiempo la herida me parece que da esperanza a que alguna vez cicatrice. 

Además añadió:

Por eso creo que esta herida o grieta entre samaritanos y judíos es también la realidad Argentina de hoy poniendo de un lado o de otro lo que ustedes quieran. A tal punto que cuando nos juntamos a conversar enseguida decimos: “Hoy para estar en paz no hablamos de política, ni de fútbol ni de religión”. Y ¿De qué hablamos entonces? Hemos perdido esta capacidad de diálogo de la que nos hablaba Mons. Giovando. 

Luego se refirió a la misión de la Iglesia y destacó:

Quería insistir en esto del diálogo con un concepto que trabajo ya fuertemente hace sesenta años el Papa Pablo VI en la encíclica Ecclesiam Suam  en aquella encíclica el Papa dedica varias páginas a hablar del diálogo, y dice que la misión de la Iglesia en el mundo contemporáneo es una misión dialógica. Esta capacidad de poder dialogar entre nosotros y con la realidad. Pero creo que nosotros nos parecemos un poquito a estos dos discípulos, a Santiago y Juan.

En relación a los números de la pobreza en el país declaró:

El otro día se anunció dolorosamente el índice de pobreza, 52,9% para nosotros los cristianos son rostros concretos de hermanos que tienen violentada su dignidad, violentado su desarrollo y me acordé de una frase que había escuchado que decía: En momentos de crisis los sabios buscan soluciones y los mediocres buscan culpables” y -con dolor lo digo- me di cuenta que estamos llenos de mediocres porque desgraciadamente no estamos a la altura de las circunstancias y quizá por este espíritu intolerante que tenemos en nuestro ADN buscamos culpables. 

Para finalizar con su alocución Mons. García Cuerva expresó:

Creo que lo que tenemos que hacer entre los argentinos es pedirnos ayuda porque nadie tiene solo la respuesta de cómo salir adelante y -creo- que entre todos, descubriéndonos como hermanos, desterrando la intolerancia podremos entonces caminar detrás de esta dignidad humana y desarrollo integral que soñamos para todos los argentinos. Con humildad entonces sugiero que la tercera consigna sea que en estos días de semana social nos animemos a pedirnos ayuda.