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Concluyó la primera sesión de la Asamblea sinodal de la Iglesia porteña

por Facundo Fernandez Buils

206 sinodales participaron durante este sábado 18 de septiembre de la primera sesión de la Asamblea Sinodal. Desde primera hora, se acercaron al Seminario Metropolitano, ubicado en el barrio de Devoto, para recibir su acreditación y comenzar el tramo final del Iº Sínodo de la Arquidiócesis de Buenos Aires.

La jornada comenzó con la bienvenida de Monseñor Enrique Eguía, Vicario General de la diócesis y Secretario General de la Asamblea Sinodal. Luego de la oración, donde se hizo presente la Palabra de Dios, los delegados sinodales hicieron la Profesión de fe y el Juramento de fidelidad.

Al iniciar la primera jornada de trabajo, el cardenal Mario Poli invitó a los delegados a un saludable ejercicio de diálogo, favoreciendo el intercambio de pensamiento.

Por su parte, Monseñor Ernesto Giobando, Relator General, hizo una breve introducción al documento de trabajo invitando a «mirar la realidad con fe, discernir lo que Dios nos pide y hacer propuestas para la acción evangelizadora» en la ciudad.

Las exposiciones de apertura concluyeron con la disertación del Pbro. Carlos Maria Galli, Relator Adjunto de la primera sesión, que propuso a los sinodales un recorrido a través del primer capítulo del Documento de Trabajo, a partir del ícono bíblico de la Visitación y el canto del Magníficat. Al mismo tiempo, destacó que el corazón del primer capítulo está en la salida misionera, que es ante todo una visita y un encuentro. Finalmente, invitó a los sinodales a renovar la misión en y desde la realidad de Buenos Aires.

Durante el resto de la mañana, los sinodales reunidos en grupos de seis comenzaron su trabajo con un momento de oración y se adentraron en el discernimiento propuesto. Cada grupo redactó dos proposiciones en base a su reflexión. En un segundo momento, se conformaron grupos de 24 personas donde se pusieron en común las proposiciones de los grupos mínimos. A partir de ellas se discernieron y acordaron tres proposiciones en cada grupo.

Luego del almuerzo, se llevó adelante la Asamblea plenaria donde 23 sinodales presentaron aportes al primer capítulo del Documento de Trabajo. Los aportes se centraron en torno a la escucha de la realidad, la conversión y renovación de la comunidad eclesial, el protagonismo de los laicos, las periferias existenciales de la ciudad como los presos, las personas con discapacidad y los migrantes. También se refirieron a la realidad de las parroquias, el clericalismo, las familias y el lugar de la mujer en la Iglesia. Todo inspirado en el deseo y compromiso de renovar la misión evangelizadora en Buenos Aires.

Como conclusión de la jornada, el Pbro. Diego Canale, sacerdote de la arquidiócesis, dio un testimonio sobre su tarea misionera en la provincia de Neuquén.

La próxima sesión de la Asamblea sinodal será el 9 de octubre para tratar el segundo capítulo del Documento de Trabajo, titulado “Caminamos juntos en el amor con los sufrientes y los más pobres buscando la justicia”.

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