La misa de envío del Octubre Misionero se realizó esta mañana en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires presidida por el Cardenal Mario Poli y concelebrada por los obispos auxiliares.
Previo al inicio de la misa, los fieles compartieron una adoración eucarística y escucharon el testimonio de dos misioneros enviados a la Amazonía peruana y a Angola.
El Cardenal Poli recordó en la homilía que la Iglesia quiere «responder al mandato misionero» que animó el Espíritu Santo como lo hizo en las Asambleas Sinodales.
«Es un desafío que nos compromete a todos, con la convicción de que juntos somos misión» reflexionó el Cardenal.
El envío misionero no fue únicamente para los cristianos en los barrios de la Arquidiocesis, «en la misma abundancia de dones y carismas que comparten nuestras comunidades, también bendeciremos a dos hermanos nuestros que se dirigen a la misión ad gentes: al P. Matías Viña, que va a integrarse al presbiterio del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas (Perú) y al joven laico Marcos Aragón, quien retoma su segundo período de servicio pastoral en la diócesis de Lwena en Angola – África» dijo el arzobispo.
Poli destacó la importancia de la misa: «la Eucaristía es un modo de ser que pasa de Jesús al cristiano y, por su testimonio, tiende a irradiarse en la sociedad y en la cultura».
Con la invitación a imitar a San Pablo como misionero, recordó que el Apóstol «descubre que su recompensa es predicar con gratuidad la Buena noticia sin esperar privilegios por eso».
También hizo referencia a la compasión y misericordia de Jesús en el Evangelio de San Mateo y rezó «para caminar las barriadas porteñas necesitamos que la luz de la mirada de Jesús ilumine y purifique los ojos de nuestro corazón, que nos enseñe a ver la realidad de nuestra gente con la luz de su verdad y de su compasión por todos los hombres».
Con el Documento Final del Sinodo como guía, Mario Poli recordó el ejemplo de la Virgen, «El estilo de la misión porteña fija su mirada en el modo de llevar y anunciar el Evangelio vivo, como lo hizo la Virgen en la Visitación, ella fue la fiel discípula misionera que nos acompaña en cada salida».
Al terminar la homilía, el Cardenal bendijo e hizo entrega de las cruces misioneras que acompañarán al P. Matías Viña al Vicariato Apostólico de San José del Amazonas (Perú) y al joven laico Marcos Aragón, a la diócesis de Lwena en Angola, África.
Al finalizar la celebración, algunos representantes de las Vicarías zonales recibieron una imagen de la Virgen de Luján que acompañará las actividades del Octubre Misionero en las comunidades.
Una vez más, la Iglesia porteña se reunió para seguir «caminando juntos para renovar la misión en Buenos Aires».