Anunciar a Jesús, hacer conocer la alegría de su palabra, ese es el motor que impulsa a los misioneros a salir de la comodidad de sus casas y a ir hacia donde sea necesario.
En abril de 2022, la Conferencia Episcopal Argentina y las Obras Misionales Pontificias pusieron en marcha un proyecto misionero en la Amazonía Peruana con el objetivo de asumir como Iglesia Argentina la atención pastoral y misionera de una porción del Vicariato Apostólico de Perú.
Para conocer más sobre esta misión en Semanario Orbe 21 hablamos con el Padre Juan Manuel “Cheché” Ortiz de Rozas y con Mons. Fernando Croxatto, Obispo de Neuquén y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones de la CEA quienes nos contaban cómo se conforma grupo misionero.
Hay 8 argentinos, (laicos, religiosas sacerdotes y familias) que ubicados en la zona sur del Valle de los Ríos Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM), en los distritos de Kimbiri, Manitea, Cielo Punko, Villa Kintiarina y Villa Virgen, llevaban adelante la tarea de anunciar el evangelio, pero también la de tender puentes entre las culturas, la tarea de escuchar y ayudar; la de estar presente.
“Te van abriendo puertas todo el tiempo” dice Cheché, contando su experiencia del primer año a cargo de la Parroquia Juan Bautista de Kimbiri.
“Vivir en comunión la misión, porque la misión ad gentes y la misión local van en conjunto”. La local, cuenta el Padre, desprende las ganas de la misión Ad gentes. “La primera despierta el impulso para la segunda. Donde tenemos los pies, ahí es donde tenemos que entregarlo todo”.