Conversamos con Maria Lourdes Ruiz Torres, acerca de las resonancias del primer encuentro del Consejo, que responde a la invitación del Papa Francisco, a través de Evangelii Gaudium, a renovar el desafío de anunciar la Alegría del Evangelio que llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. El Consejo Arquidiocesano de Pastoral está conformado por fieles que están en plena comunión con la Iglesia Católica: clérigos, miembros de institutos de vida consagrada, y principalmente laicos, designados por el Arzobispo. Según su Estatuto, el CAP tiene como misión aconsejar al Arzobispo los caminos más concretos posibles para que todo el pueblo de Dios anuncie el evangelio. Contribuir al conocimiento de la realidad social y pastoral de la arquidiócesis. Profundizar el espíritu sinodal, estudiar, valorar y proponer conclusiones prácticas en lo que se refiere a las actividades pastorales y asegurar un espacio de resonancia de otras voces presentes en la sociedad.
Los miembros integrantes del mismo, que solo tienen voto consultivo, serán elegidos en su totalidad por el Arzobispo y durarán tres años en sus funciones, pudiendo ser reelegidos solamente para otro período consecutivo. Cuando se cumple el término de su elección, o en caso de sede vacante, todos los miembros cesan en sus cargos.