Bajo este lema, Mons. Jorge García Cuerva celebró la Santa Misa de la Vicaría de Educación en la Catedral Metropolitana.

El Arzobispo de Buenos Aires presidió la Eucaristía de inicio de ciclo lectivo 2024 frente a adolescentes y jóvenes estudiantes de diferentes colegios de la ciudad, animándolos a ser «sal y luz de la vida».

«El Papa Francisco alguna vez dijo, hagan lío, y en realidad hacer lío significa ponerle garra a la vida, ponerle entusiasmo, ponerle vida. No da todo lo mismo. Por eso vivan con entusiasmo», les dijo Mons. Jorge a los presentes.

«Yo siempre digo que Jesús, cuando nacimos, nos encendió una llamita en el corazón. Bueno, esa llamita no se puede apagar nunca, que es la llama de la alegría, la llama de la esperanza, es la llama de las ganas de vivir. No se apaguen. Así como les dije, no pierdan el entusiasmo y la garra, les digo no se apaguen». continuó.

Además les dijo: «¿Y qué hay que hacer para no apagarse? Yo creo que es esto. Si uno se acerca mucho a los bidones de agua, se va a apagar. Si uno se acerca a un surtidor de nafta, va a explotar». «Acérquense siempre a aquellas personas que los van a querer iluminar. Acérquense a aquellas personas que los quieren bien», los aconsejó.

También, los animó a que «no dejen de soñar. Soñar con ser felices. Soñar con elegir la profesión o el trabajo que quieras. Y le pido a todos que soñemos con una Argentina mejor. La Argentina somos nosotros. Y si todos los que queremos una Argentina buena, justa, solidaria, nos ponemos las pilas, somos más. Somos más que los narcos. Somos más que los corruptos. Somos más que los egoístas que piensan solamente en su bolsillo. Somos muchos los que queremos una Argentina mejor. No dejen de soñar y pónganse las pilas con el estudio. Porque cuanto más estudien y más se preparen, seguramente mucho más después van a poder hacer por nuestro país», concluyó.

 

Compartimos a continuación el texto de la homilía:

Homilía Mons. García Cuerva – Misa Vicaría de Educación. 15 de marzo de 2024 – Catedral Metropolitana

 

¿Qué esperas de nosotros? ¿Cómo podemos ayudarte? En realidad, a mí me gustaría tomar algo de lo que decía Jesús recién en el Evangelio.

Jesús decía que tenemos que ser sal y que tenemos que ser luz. Y uno dice, ¿cómo tengo que ser sal? No entiendo.

Mi papá, que es un hombre mayor, ya tiene ochenta y pico de años, no puede comer con sal. Entonces, cuando voy a la casa de mi mamá a comer, ya sabemos que la comida no tiene gusto. Y andamos todos buscando los condimentos, la mayonesa, la sal, la pimienta, para que cuando me sirvo en mi plato, le pongo todos los condimentos para que tenga gusto algo.

Así es la vida.

Si en la vida no le ponemos garra, no le ponemos entusiasmo, si a la vida no le ponemos alegría, es como una vida sin sabor. Viste esa gente que tiene cara de nada, que le da lo mismo que haya sol, que haya lluvia, que le preguntas, ¿y vos qué pensás? No sé. ¿Y qué querés comer? Me da lo mismo. ¿Y de ello qué decís? Lo mismo que ella. ¿De qué cuadro sos? De ninguno.

Digo, esa gente que no tiene gusto, sabor, la vida, y la vida está para ser vivida, disfrutada, y por eso entonces, chicos, yo lo que les diría es, sean personas que tengan pilas, que tengan garra, que tengan entusiasmo. Yo espero eso.

El Papa Francisco alguna vez dijo, hagan lío, y en realidad hacer lío significa ponerle garra a la vida, ponerle entusiasmo, ponerle vida.

No da todo lo mismo. Por eso vivan con entusiasmo. Están en una época hermosa, séptimo grado y terminando la primaria, quinto año. Los grandes, algunos, aunque ustedes no nos crean, pasamos por esa época. Era una época hermosa, por eso la están viviendo. Disfrútenla.

Eso es lo que espero. Que disfruten la vida, que tiene un montón de cosas difíciles, pero tiene un montón de cosas hermosas.

 

A las chicas y chicos que hoy están en quinto año, ¿qué les dirías para mantener la llama de la fe en esta etapa del secundario?

A los que están terminando el secundario, porque Jesús dijo también que es luz del mundo, tenemos que ser luz nosotros.

Yo siempre digo que Jesús, cuando nacimos, nos encendió una llamita en el corazón, como la del termotanque o la del calefón. Viste que si se apaga te tenés que bañar con agua helada. Bueno, esa llamita no se puede apagar nunca, que es la llama de la alegría, la llama de la esperanza, es la llama de las ganas de vivir.

No se apaguen.

Así como les dije, no pierdan el entusiasmo y la garra, les digo no se apaguen.

¿Y qué hay que hacer para no apagarse? Yo creo que es esto. Miren, si uno se acerca mucho a los bidones de agua, se va a apagar. Si uno se acerca a un surtidor de nafta, va a explotar.

Bueno, yo lo que les digo es, en la vida de cada uno, y los de quinto año me van a entender, hay cosas que te apagan como el agua. La tristeza, la pelea con los viejos, cuando nadie te entiende, cuando te sentís recontra solo, la droga, el alcohol, todo eso te apaga la vida. No te deja ser feliz. Apaga la luz que tenés encendida en el corazón.

¿Cómo hago para que la luz se encienda? ¿Cómo hago para que la luz me haga tener toda la luz del mundo? Me tengo que acercar a lo que me hace bien. Me tengo que acercar y pedir ayuda cuando la estoy pasando mal. Me tengo que acercar a la gente que me quiere y me da buenos consejos, aunque a veces te diga lo que no querés escuchar.

A mí me da mucha risa cuando dicen, mi papá y mi hija no me quieren y no me entienden, porque no me dejan salir cuando quiero. Es que por eso no te dejan salir cuando quieres, porque te quieren tanto que te quieren cuidar, hermano. Si te dejaran hacer cualquier cosa es porque no te quieren y le da lo mismo que estés o que no estés.

Acérquense siempre a aquellas personas que los van a querer iluminar. Acérquense a aquellas personas que los quieren bien. Y sepan que hay cosas en la vida que te van a querer apagar la luz de Jesús que está en tu corazón.

Ya te dije algunas. La tristeza, la droga, la soledad, el alcohol. Todo aquello que te puede dar una luz pasajera, pero que después te apaga y te mete en una oscuridad horrible para siempre.

 

Dentro de cinco años estaremos en quinto año. ¿Qué podemos hacer para llegar a ser lo que vos soñás que seamos nosotros?

Eso para los del séptimo grado. Entran ahora en el secundario. Es re loco porque ahora sos como el más grande de la primaria, los mirás a todos así como diciendo, acá mando yo. Y cuando entras en el secundario sos el más chiquito de vuelta.

Acá dice, ¿qué soñás? Yo lo que les diría es eso, no dejen de soñar. Soñar con ser felices. Soñar con elegir la profesión o el trabajo que quieras.

Y le pido a todos que soñemos con una Argentina mejor. Porque seguro escucharon un montón de gente alguna vez que dice, ¡eh, este país es porquería! ¡Eh, no salimos más! ¡Esto es un desastre! ¡Me quiero ir! Y algunos con lo único que sueñan es con irse del país. No, muchachos.

La Argentina somos nosotros. Y si todos los que queremos una Argentina buena, justa, solidaria, nos ponemos las pilas, somos más.

Somos más que los narcos. Somos más que los corruptos. Somos más que los egoístas que piensan solamente en su bolsillo. Somos muchos los que queremos una Argentina mejor.

No dejen de soñar y pónganse las pilas con el estudio. Porque cuanto más estudien y más se preparen, seguramente mucho más después van a poder hacer por nuestro país.

Gracias a todos.