En el programa Poliedro, emitido por la señal del Canal Orbe 21, la periodista Gabriela Laschera entrevistó al Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo y Cardenal Primado de Uruguay, en el marco de la fiesta de la Virgen de los 33. Allí En, exploramos las raíces históricas de esta devoción, su vínculo con los 33 Orientales y su significado para la comunidad católica uruguaya.
También, abordaron el contexto actual del año vocacional y reflexionaron sobre los desafíos de la fe en una sociedad secularizada. Frente a la advocación y su historia el Arzobispo mencionó:
Con los obispos de Uruguay estamos reunidos en Florida, porque el viernes 8 es la solemnidad de la virgen y el domingo 10 es la peregrinación de todo Uruguay para honrar a la madre de Dios. Realizamos un festival artístico llamado “Uruguay le canta a la virgen de los 33” que se hace en la Catedral de Florida.
Además agregó:
Sabemos que está unida a la historia de nuestra libertad, la imagen como tal está en Florida desde 1780 aproximadamente donde se la veneraba como la Virgen del Luján del pintado. Es una inmaculada muy bonita, frente a esa imagen en 1825 los oriéntales que habían cruzado desde Buenos Aires a Colonia con el apoyo de las provincias unidas comienza esa nueva etapa de lucha por la independencia.
Es en la ciudad de Florida donde se une el gobierno provisorio en 1825 donde se declara el 25 de agosto la independencia de esta provincia y además la unión con las provincias unidas. Es el pueblo creyente, primero de florida y después de todo Uruguay que une la imagen de la virgen a la cual se inclinó la bandera de los 33 orientales que cruzaron de Buenos Aires a Colonia, la gente une la imagen con la bandera con el cruce y comienza a llamar a esa imagen de la Virgen los 33. En 1962 el Papa Juan XXIII la declaró Patrona del Uruguay.
En relación al año vocacional y la realidad de la Iglesia en Uruguay Mons. Sturla mencionó:
Uruguay es un país muy fuerte marcado por un proceso secularizador muy eficaz y llevamos 100 años de un laicismo muy fuerte, no solamente en el estado, sino también en la sociedad uruguaya. Acá nunca hubo abundancia de vocaciones religiosas, sacerdotales tampoco hay multitudes que participan de nuestras actividades eclesiales pero si hay una realidad vocacional que nosotros queremos rezar, fomentar.
Este año no ingresó ningún joven al seminario interdiocesano y por lo tanto eso ha sido un golpe duro. Para el año que viene esperamos que cinco jóvenes ingresen de las distintas diócesis del Uruguay y para nosotros es un número que siempre a cuenta gotas nos ayuda a mantener firme la esperanza en Dios que no nos abandona, en la Virgen que nuevamente nos regala de su mano estas vocaciones sacerdotales.
Sobre el Sínodo de la Sinodalidad el Arzobispo mencionó:
He sido parte de esta etapa, en la última etapa sinodal. La experiencia fue muy positiva, hubo una riqueza en la diversidad de la Iglesia que se ha vivido fuertemente. La figura de Pedro como centro de unidad de la Iglesia y además porque se va avanzando en este camino que es un camino que reiteradas veces dice el documento de una corresponsabilidad diferenciada donde todos los discípulos misioneros asumen responsabilidad propia de acuerdo a la vocación que tenemos .
Sobre el Papa destacó:
Lo encontré muy bien, mucho mejor que el año pasado, es como que ha recuperado fuerzas. Una alegría saber que el Papa se siente bien y está con todas sus capacidades al frente de la Iglesia.
Una de las cosas que el Papa ha subrayado es el tema de la sinfonía como si el Sínodo fuera una gran orquesta, él es el maestro que tiene la misión que Jesús le encomendó a Pedro de confirmar la Fe en sus hermanos y uno lo ve así al Papa en estas asambleas, como centro de unidad. Uno en estas experiencias abre los ojos a la diversidad de la Iglesia.
Para finalizar reflexionó:
La madre de Dios nos une nosotros sabemos lo que significa la madre en la familia y la virgen madre en toda la Iglesia, tener sus patrias tan entrelazadas también una imagen esa maternidad de María sobre cada uno de nosotros es una belleza.