El Papa emérito, Benedicto XVI, falleció en la mañana de este sábado 31 de diciembre a sus 95 años, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, tras varios días en qué su estado de salud iba empeorando.
La Oficina de Prensa del Vaticano informó en una rueda de prensa que el funeral se celebrará en la Plaza de San Pedro, el próximo jueves 5 de enero a las 9:30 y será presidido por el Santo Padre.
También informó que Benedicto XVI recibió la Unción de los Enfermos el miércoles pasado al final de la misa en el Monasterio donde residía y que, antes de su muerte, pidió que todo estuviera marcado por la sencillez.
Debido al avance de su edad, el estado de salud del Papa emérito había ido empeorando, cómo el mismo Papa Francisco compartió si final de la audiencia del 28 de diciembre, al invitar a rezar por la salud de Benedicto, por su consuelo y sostén «en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final».
«Muy pronto me presentaré ante el juez definitivo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento, sin embargo, feliz porque creo firmemente que el Señor no solo es el juez justo, sino también el amigo y el hermano que ya padeció Él mismo mis deficiencias y por eso, como juez, es también mi abogado«, escribió Benedicto XVI en su última carta con fecha del pasado 6 de febrero.
Finalmente ha llegado el momento del encuentro con el Señor y el Papa emérito está ahora en la Casa del Padre. La Iglesia porteña se une en oración a la Iglesia universal por la salvación de su alma.
Fuente: VaticanNews