La Acción Católica porteña, bajo el lema “Seamos Encuentro” celebró una misa presidida por su asesor espiritual y Obispo Auxiliar de Buenos Aires Mons. Juan Carlos Ares, acompañado de los sacerdotes Mario Miceli y Alejandro Russo, en la parroquia Sagrada Eucaristía, ubicada en Avenida Santa Fe 4320 del barrio de Palermo.
Poniendo el foco en la decisión de constituir “su gran día” compartido en comunidad, en el transcurso de la Eucaristía nuevos miembros van a oficializaron su compromiso como integrantes de la Acción Católica, 13 aspirantes y 11 jóvenes recibieron el escudo verde del primer compromiso, y 10 jóvenes mayores y 12 el escudo azul. A la vez, se entregaron medallas a quienes llevan 50 y más años de oficializados, al igual que a aquellos que cumplieron 90 años como miembros en 2022. Además, asumiendo un gesto solidario, luego de una campaña en las redes sociales solicitando el aporte de alimentos no perecederos, consistentes en aceite, azúcar, yerba y harina, la organización procederá a destinar los productos al comedor de la citada parroquia.
“Como cierre del Año Litúrgico, tras meditar la Iglesia sobre el misterio de la vida de Jesucristo, su prédica y el anuncio del Reino de Dios –manifestó en un comunicado la presidente Ana María Pérez Bodria- significa para nosotros una alegría inmensa reunirnos para celebrar nuestra festividad. Reafirmamos –subrayó- como lo instauró el Papa Pío XI en 1925, que los católicos reconocemos públicamente a Jesucristo en el mayor grado de excelencia como mandatario de la Iglesia”.
“La renovación del compromiso de la Acción Católica porteña de instaurar el Reino de Jesucristo en la tierra, con el amor y la paz de Jesús, sé que es muy especial para ustedes, sus miembros, que celebran su fiesta institucional en coincidencia con la Solemnidad de Cristo Rey”, destacó Mons. Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires, al presidir la misa que -por primera vez luego de la pandemia- reunió ayer a todos los integrantes en la parroquia Sagrada Eucaristía del barrio de Palermo con el lema “Seamos Encuentro”, con amplia concurrencia de jóvenes.
El prelado, asesor espiritual de la entidad, resaltó que “ustedes felizmente reconozcan a Cristo como Rey de la reconciliación, revelación y salvación”. Asimismo, señaló que “esta solemnidad es muy querida por toda la Iglesia, aunque quizá la imagen del Rey nos parezca lejana, pero no lo es así cuando hablamos del Reino de Dios y, en este aspecto, la Acción Católica quiere que Cristo Rey y su reino esté más presente en el mundo”.
En su homilía, recordó que como asociación “tiene la particularidad de llevar adelante la misión de la Iglesia en cada una de las diócesis y parroquias, con el anuncio del Evangelio. El trabajo es de ustedes, pero la fraternidad no se improvisa, es un trabajo junto al Señor con el Espíritu Santo sobre cada uno. Su objetivo – les advirtió- es crear armonía entre las diversidades y no es un apostolado individual, sino que conforman una comunidad cristiana que lleva la misión de la iglesia ya sea al ámbito político, social, donde sea, cumpliendo su apostolado. “
Concluyó: “En este cierre del año litúrgico festejemos que son miembros de la Iglesia al ser bautizados y como dice el Señor son luz y sal, los cristianos se convierten en levadura de la sociedad. Y cuántos santos –exclamó- ha dado la Acción Católica enseñando a ser levaduras de este mundo sin ser de este mundo, demostrando que somos hermanos tanto los que nos anteceden en el cielo como los que seguimos caminando para extender su reino.”
Al finalizar la Eucaristía, concelebrada con los presbíteros Mario Micelli y Alejandro Russo, ante Monseñor Ares nuevos miembros oficializaron su compromiso como integrantes de la Acción Católica; a 13 aspirantes y 11 jóvenes les entregó el escudo verde y a 10 jóvenes mayores y 12 adultos, el escudo azul. También, el prelado hizo entrega de medallas institucionales a los miembros que cumplen 50, 60 y 75 años de oficializados, y a los que cumplieron 90 años en 2022.
En la jornada hubo diferentes actividades integradoras para todas las edades, al tiempo que la organización donó una colecta solidaria de productos alimentarios no perecederos a la parroquia anfitriona. Finalmente, hubo un brindis amenizado con recuerdos y fotos de la vida institucional.
