La comunidad de Nuestra Señora Santa Lucía celebró la Santa Misa el pasado 13 de diciembre en un clima de alegría y profunda emoción. Allí estuvo presidiendo la celebración el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva y concelebró el párroco de la parroquia, el padre Carlos Bures, en el marco de las Fiestas patronales de Santa Lucía.
En su homilía Mons. García Cuerva, a la luz del Evangelio de San Mateo 25, 1-3 destacó: “Al igual que aquellas jóvenes nosotros también podemos quedarnos dormidos. Cuando hemos vivido un año complicado se nos apaga la esperanza, se nos apaga la alegría, yo digo que la lámpara representa nuestra vida, la lámpara que representa el Evangelio representa nuestro corazón”.
Luego reflexionó: “La diferencia entre unas lámparas y otras es que algunas tienen aceite, quizás, lo que nos falta en nuestra vida es el mejor aceite y el mejor aceite para iluminarnos se llama Cristo”. También agregó: “ Por eso quiero que le pidamos juntos a Santa Lucía que podamos tener en nuestra vida y en nuestro corazón el mejor combustible Jesucristo, que seamos gente de luz, que iluminemos, que podamos contagiar alegría y esperanza”.
Refiriéndose al Evangelio mencionó: “Pidámosle a santa lucía que nos ilumine, que podamos ser gente de luz y darle gracias también porque seguramente en nuestra vida hay mucha gente que nos ha iluminado con su testimonio. Hay gente que ilumina y no porque tenga una vida fácil, ilumina porque tiene a Jesús dentro”.
Terminando su alocución subrayó: “En la procesión se hablaba de aquellos santos que entregaron su vida por amor a Jesús. Evidentemente Santa Lucia era una santa apasionada, una santa que le puso fuerza, entusiasmo. ese aceite que llevaba dentro llamado Jesucristo la hizo encenderse por el reino de los cielos”.
La celebración de la Santa Misa estuvo acompañada por una procesión en el barrio de Palermo donde reinó la alegría de toda la comunidad por las Fiestas Patronales de Santa Lucía. También hubo tiempo para la interpretación de piezas musicales a cargo de una banda de música, reflejo del disfrute de la comunidad y todo ello fue captado por las cámaras de Orbe 21.
