El pasado martes 13 de junio se cumplieron 90 años de la presencia de las Hermanas de la Inmaculada de Génova en el Arzobispado de Buenos Aires. Las Hermanas comparten su carisma sirviendo a la iglesia desde el servicio a los sacerdotes.
El mismo martes se realizó en la Catedral Metropolitana una Misa en acción de gracias presidida por el Cardenal Mario A. Poli y concelebrada por obispos auxiliares y sacerdotes.
Mons. Joaquín Sucunza predicó la homilía y, tomando las palabras del Evangelio, dijo que “las Hermanas son la luz del mundo y la sal de la tierra”. Destacando que su apostolado es sencillo y fundamental porque no lo son sólo para sí mismas, sino para los demás.
Concluyó pidiendo “que las Hermanas crezcan con el testimonio del Evangelio, que todos seamos luz y sal, para contagiarnos del perfil de Jesús”.
Al finalizar la misa, el Padre Alejandro Russo compartió las palabras que les dedicó el Papa Francisco a la Comunidad de Religiosas:
Queridas hermanas:
Con ocasión de un nuevo aniversario de la presencia de las Hermanas de la Inmaculada de Génova en la Curia de la Arquidiócesis de Buenos Aires, quiero expresarles mi gratitud por el generoso servicio que allí realizan desde hace 90 años.
A lo largo de todo este tiempo, ustedes han acompañado con fervor la labor cotidiana de la Iglesia, con un estilo de vida sobrio y acogedor, imitando a Cristo humilde y misericordioso. Puedo dar fe de que cada una, ha sabido hacer presente el carisma recibido de san Agustín Roscelli, reconociendo en las circunstancias los signos de la voluntad de Dios.
Que el Señor recompense todo el bien realizado con abundantes vocaciones. Rezo por cada una de ustedes, en especial, por las hermanas ancianas y enfermas. Les pido que no pierdan la alegría y la confianza en Dios.
Por favor, no dejen de rezar y hacer rezar por mí. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide.
Fraternalmente,
Francisco
Para concluir, el Cardenal Mario A. Poli dijo que “las hermanas hacen que se viva en clima de familia, porque son verdaderamente hermanas y tienen todos los detalles de cuidarnos mucho.
Desde la cocina, donde comparten su servicio, generan lazos con todas las personas que día a día transitan la curia”. Además, pidió que juntos le agradezcamos a Dios por el servicio de las Hermanas de la Inmaculada de Génova y que no le falten vocaciones.
Sobre las hermanas
Las Hnas. de la Inmaculada de Génova pertenecen a la Congregación Religiosa de derecho pontificio, fundada por San Agustín Roscelli el 15 de octubre de 1876, en Génova, Italia.
Las cuatro hermanas enviadas por la Madre Gral. M. M. di Gesú Gnome, acompañadas por Jesús y la Inmaculada, partieron de Génova el 28 de marzo de 1914 en la nave Tommaso di Svoia. El 14 de abril de 1914 llegaron a Buenos Aires, desde donde siguieron hacia Rosario y a San Jorge, provincia de Santa Fe para continuar irradiando el espíritu del S. Fundador Agustín Roscelli. Ellas fueron: Hna M. Filippina Razeto; Hna M. Emerenziana Bottaro, Hna M. Amalia Massone y Hna M. Agostina Castellani.
Las gestiones concernientes a la Fundación de La Curia Metropolitana, en realidad han sido rápidas, decididas y ligadas al viaje que hiciera Mons. Dr. Santiago Luis Copello, en marzo de 1933 a Roma.
Pasando por Lavagna, ciudad de la Liguria, donde se encontraban las Hnas. De la Inmaculada, la Rda. M. General del Instituto, Sr. M. Innocenza Vasallo, aprovechó a saludarlo pues lo conoció cuando hizo su visita a las Casas del Instituto, en Argentina.
En ese encuentro con el Cardenal Copello la M. General le expresó su deseo de abrir una Casa en Buenos Aires y el Cardenal Copello le pidió a la M. General que aceptase la dirección y administración del Economato, en su mismo palacio arzobispal de Buenos Aires. Cuatro Hnas. fueron enviadas a la Curia y así tomaron posesión de la obra el día 13 de junio del mismo año 1933.
Desde siempre se vive un espíritu que es propio de una familia religiosa y en un ambiente de paz y alegría. Según el carisma dejado por el Santo Fundador, Agustín Roscelli, se procura vivir: “Un espíritu de generosa entrega y disponibilidad, al servicio de la Iglesia”.
También se procura vivir con un espíritu de sencillez y de colaboración con la Jerarquía, atendiendo a las necesidades de la Casa y el Economato.
En Buenos Aires, única sede cardenalicia rioplatense, se han sucedido como cardenales después de Mons. Santiago Copello, Fermín Emilio Lafitte, Antonio Caggiano, Juan Carlos Aramburu, Antonio Quarracino, Jorge Bergoglio -hoy Papa Francisco-, Mario Aurelio Poli y el Obispo preconizado Jorge Ignacio García Cuerva.
HERMANAS QUE HAN ESTADO EN LA CURIA METROPOLITANA:
Hna. M. Margarita Sfich
Hna. M. Genoveva Sfich
Hna. M de S. José Sfich
Hna. M. Bonifacia Fanucci
Hna. M. Anunciación Dol
Hna. M. Ángela Churin
Hna. M. Teresita Fanucci
Hna. M. Rosa Barone
Hna. M. Raquel Nista
Hna. M. Martha Oviedo
Hna. M. Fátima Avalis
Hna. M. Cándida Ludueña
Hna. M. Teresa Marchisio
Hna. M. Juana de Jesús Rodríguez
Hna. M. Francisca Costamagna
Hna. M. Vicenta Juárez
Hna. M. Ana Poggiani
Hna. M. Lourdes Caveza
Hna. M. Guadalupe Gonella
Hna. M. Luisa Mancuso
Hna. M. E lena Flhaerty
Hna. M. Assuntina Binasco
Hna. M . Pía Lucchese
Hna. M. Lourdes Guzmán
Hna. M. Teresa Marchisio
Hna. M . Susana Avendaño
Hna. M. Matilde Domenech
Hna. M. Ana Poggiani
Hna. M. Imelda González Yévenez
Hna. M. Viviana Romero
Hna. M. Leonor Frete
Hna. M . Lucia del Valle Longhi
Esta semana en “Haciendo lugar” Gabriela Laschera y Matías Bocca conversaron con la Hna. Viviana Romero, y ella les contó sobre el trabajo que realizan fiel al carisma de la congregación.