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Inicio pastoral de Facundo Ribeiro en María Madre de la Esperanza

por prensa_admin

La comunidad María Madre de la Esperanza celebró la Santa Misa el domingo 23 de marzo en un clima de gratitud y comunión. Allí estuvo presidiendo la celebración el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva en el marco del Inicio pastoral del padre Facundo Ribeiro . También, estuvieron las cámaras de Orbe 21 y captaron la felicidad de compartir en comunidad en el marco del Inicio pastoral de Facundo Ribeiro en María Madre de la Esperanza

El camino del padre Facundo 

El padre Facundo Ribeiro recibió el orden sagrado en noviembre de 2014. Sus primeros pasos en el ministerio fueron como diácono en Santa Magdalena Sofía Barat.  En el año 2015 y 2016 fue vicario de dicha parroquia y luego lo fue en la parroquia Espíritu Santo entre 2016 y 2019. Su último paso parroquial lo dio como vicario en Virgen Milagros de Caacupé de 2019 a 2025.

A la luz de la palabra

En su homilía Mons. García Cuerva, a la luz del Evangelio destacó: «En la primera lectura se habla de Moisés, era un señor que vivía en Egipto, pero él era judío, de raza judía. Un día vio que un soldado egipcio maltrataba a un judío, porque los judíos eran enclavos de los egipcios. Y entonces, podríamos decir que se recontracalentó, se le soltó la cadena y lo mató al soldado egipcio para defender a su hermano de pueblo, a su hermano judío». Y agregó: «Cuando se enteró el rey de Egipto y entonces se fue de Egipto, se tuvo que ir, se escapó y se fue a vivir lejos»

Contemplando las lecturas, expresó: «La lectura de hoy nos dice que Moisés que estaba en el campo con las ovejas, ve una zarza, una planta que estaba prendiéndose fuego. Y le llamó la atención porque la planta se prendía a fuego pero no se consumía. Y entonces se acercó y desde la zarza le habló Dios. Desde la zarza le habló Dios que le dijo `Estoy escuchando el clamón de mi pueblo, de este pueblo judío que sigue siendo esclavo en Egipto. Te elegí a vos, Moisés, para que vayas a liberar a mi pueblo. Te elegí a vos para que vuelvas a Egipto y seas el que libere al pueblo de Egipto y los lleves a la tierra prometida´». 

Dios mira el corazón

Luego mencionó: « A Dios no le importa lo que haya hecho. No es que Dios le está mirando a nuestro pasado, a nuestro prontuario. Dios mira el corazón y Dios se dio cuenta que Moisés era mucho más que lo que había hecho esa vez de matar a una persona. Le quiso dar otra oportunidad y lo eligió para que vaya y libere a su pueblo. No lo dejó congelado en ese momento en el que Moisés mandó al Egipcio, sino que dijo no parar. La vida de Moisés es una película. Si la vida de Moisés es una película, no me puedo quedar congelado en ese momento. La vida sigue y si la vida sigue, no puedo juzgar a Moisés por ese hecho».

El arzobispo destacó: «En el evangelio hoy Jesús nos da un ejemplo parecido hablando de una planta de Higo, el viñador que seguramente le tenía cariño a la planta porque era el que la cuidaba, el que estaba cerquita. Dijo, `no, pará, pará, no la saques. Yo voy a remover la tierra, yo voy a abonar la tierra y déjame ver, a ver si logramos que el año que viene dé fruto´. Porque el viñador la quiere a su planta y por eso le tiene paciencia y por eso la trata con ternura y por eso le da otra oportunidad. Así es Dios con nosotros, os trata con amor, nos trata con ternura y por eso nos perdona siempre y por eso siempre nos mandamos la misma mañana. Pero cuando le pedimos a Dios perdón, él vuelve a elegirnos y él vuelve a perdonarnos ».

Mensaje para el padre y la comunidad 

Para concluir con su alocución en el marco del Inicio pastoral del padre Facundo Ribeiro en María Madre de la Esperanza, Mons. García Cuerva comentó: «Querido padre Facundo asumís como párroco en este barrio que seguramente ya te ha recibido con todo el amor del mundo, es verdad que sos de pocas palabras, pero creo que sos de gran corazón. Sé que en tu corazón los más rotos, sé que en tu corazón los más excluidos tienen un lugar especial, un lugar particular, que siga siendo así. Porque los mirá como los mira Jesús, los mirá siempre pensando en lo positivo y en que puede dar fruto el año que viene. No cambies y contagianos a todos ese corazón. Que esta comunidad sea entonces el oasis, el corazón del barrio en el que cualquiera pueda venir y se pueda sentir bien recibido».

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