La Pascua no es un espectáculo
El siguiente domingo al de Pascua es el Domingo de la Divina Misericordia, fruto de la Pascua.
A través de la muerte y resurrección es la misericordia que se derrama en cada uno de nosotros. Esto explica el Padre Jorge Oesterherld en su segmento en el programa Semanario Orbe 21.
Él que nos propone ser misericordiosos los unos con los otros.
La Pascua, dice el Padre Jorge, no es un espectáculo que miramos sino que es algo para comprometerse, nos cambia la vida y nos obliga a mirar todo de una manera diferente; en definitiva, nos modifica ahora.
Jesús abrió su corazón a la resurrección y espera que nuestra vida sea diferente.
Además, agrega Oesterheld, “la Pascua no es algo solo para decir “Felices Pascua” y aplaudir, sino que nos compromete el saber que Jesús resucitó por nosotros”.