En este 2024, nos proponemos conocer los templos en los que celebramos nuestra Fe. En esta edición conocemos la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé en Caballito. La historia cuenta que el 22 de setiembre de 1882, desembarcaron en el puerto de Buenos Aires procedentes de Liverpool, las primeras religiosas de la Congregación de la Santa Unión de los Sagrados Corazones. Una Congregación de origen francés, que había fundado el sacerdote Juan Bautista Debrabant y que desarrollaba su misión apostólica en diversos países de Europa . Una versión afirma que la hija del Brigadier Juan Manuel de Rosas , Manuelita, que residía en Inglaterra, pidió a la Superiora General de la Congregación que extendiera su acción evangelizadora a la Argentina. La idea que fue bien recibida. El 8 de diciembre de ese año pudieron adquirir, con dineros propios, la quinta Wanklin.
El 6 de mayo de 1885 se comenzó a edificar la primera capilla de Nuestra Señora de Caacupé, la que, terminada el 15 de setiembre, fue bendecida por Monseñor Aneiros, asistido por los Padres Dillón y Terrero. El predio tenia, además, una escuela gratuita para niñas. En abril de 1906, es decir, dos décadas después, la capilla quedó chica para albergar al gran número de pupilas que habían ido ingresando al colegio, ya que las familias de Caballito supieron apreciar la calidad de la enseñanza que en ese instituto se impartía. Entonces, la Madre Superiora pensó en la adquisición de un terreno vecino, al oeste del convento. Allí se levantaría otra capilla y se ampliaría el establecimiento educativo. El nuevo templo fue construido por el arquitecto noruego, radicado en Argentina, Alejandro Christophersen.
Donde hoy se encuentra la Parroquia y Santuario Nuestra Señora de Caacupé era, en el siglo XIX, una de las tantas famosas quintas de la época, se encontraba frente a la muy conocida Quinta de los Lezica, actual Parque Rivadavia. Perteneció a una reconocida familia británica, los Wanklin , afincados en Flores, y amigos de los Lezica y otros hombres de negocios con quienes estaban, además, muy vinculados comercialmente. Esta quinta pasó a ser ocupada por Julio Argentino Roca cuando fue Presidente de la Nación y en ella recibió a importantes personalidades del mundo que visitaron el país.
Desde comienzos de este siglo la parroquia Nuestra Señora de Caacupé comenzó a recibir nuevos devotos. Eran migrantes venezolanos que buscaban en la parroquia mantener viva su fe. Lentamente y con la colaboración del párroco el templo tuvo varias de las advocaciones que tienen fuerte tradición en ese país. Por eso en la actualidad es posible ver una imagen de la Virgen de Chiquinquirá, la Chinita, patrona de Maracaibo. O de la Virgen del Valle, patrona de la isla Margarita y la Armada Venezolana.
Entre las diversas devociones que presentan los venezolanos, la que tienen hacia José Gregorio Hernández traspasa todas las regiones. El beato fue un médico, científico, profesor, filántropo de vocación católica, y franciscano seglar venezolano, conocido en su país como “el médico de los pobres”. La beatificación de José Gregorio Hernández fue en abril de este 2021, y es la primera de un laico venezolano. En la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé se halla entronizada una reliquia de ese Beato Venezolano.
En esta parroquia, las misas de verano serán; De Lunes a sábados a las 19 y Domingo 10,11 y 19hs. Ante cualquier consulta, se reciben sólo mensajes de Whatsapp escritos en el teléfono 11 2759 9635 o a secretariacaacupecaballito@gmail.com