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Los agentes pastorales de Devoto se encontraron con el Arzobispo

por Justina Kleine
Encuentro de agentes de pastoral en Devoto

Los agentes pastorales de la Vicaría Devoto se reunieron en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires para dialogar con el Arzobispo Jorge García Cuerva sobre cómo hacer vida la carta pastoral «La Revolución de la alegría» a la luz de las dimensiones del Documento Final del Sínodo Arquidiocesano.

Bajo una cortina de lluvia, los agentes pastorales fueron llegando con paraguas y pilotos al Seminario Metropolitano. Divididos en grupos según las cuatro dimensiones del Sinodo Arquidiocesano, eligieron dos preguntas centrales para hacer al Arzobispo. También le entregaron las preguntas que los fieles y comunidades enviaron para que Monseñor García Cuerva pueda conocer las dudas e inquietudes de la Iglesia en la zona de Devoto.

La Revolución de la Alegría

Frente a los agentes pastorales, el Arzobispo advirtió que, en tiempos difíciles, su carta pastoral busca ser un «proyecto contra-cultural«. Cuando parece que la queja y la mala onda son las respuestas habituales, Garcia Cuerva plantea «La alegría cristiana es la certeza de que Dios nos ama, nos sostiene y nos acompaña. Es mirar la parte del vaso llena, tener un corazón agradecido», e invita a toda la Iglesia porteña a «elegir la alegría como actitud frente a la vida«.

Una Iglesia que se organiza

En respuesta a las inquietudes que los agentes pastorales acercaron, el Arzobispo aseguró que «El proceso sinodal, el proceso en el que el laico va teniendo conciencia de sus derechos, es imparable«. En el tiempo que lleva acompañando a la Iglesia de Buenos Aires, detectó que la dinámico del Sínodo plantó una dinámica de compartida y escucha que es muy rica.

«Tenemos que animarnos a replantear las estructuras, principalmente desde el sentido común, y articular todas las propuestas, porque la mejor ayuda es la que se organiza», dijo. Pensando, sobre todo en las iniciativas que nacen de abajo, de las propias comunidades, agregó «Que el perfume de la alegría, de la articulación, del poder trabajar juntos, se desparrame por toda la Arquidiócesis«.

Una Iglesia porteña del Papa y en salida

Frente a la pregunta «¿Cómo ves a nuestra Iglesia y cómo estamos viviendo la Revolución de la Alegría?», García Cuerva compartió su diagnóstico: «Creo que hay un montón de cosas buenas y que es una Iglesia muy receptiva. Tenemos buena gente con ganas y entusiasmo. El desafío es hacer de la Ciudad de Bergoglio la Iglesia de Francisco y concretar el magisterio del Papa«.

También invitó a ser una Iglesia «en salida», como pide Francisco, y advirtió «Salimos al encuentro de Jesús, no ‘a llevar’. Jesús se identifica con los que sufren«, y agregó «no se trata de abrir las puertas de la parroquia, sino de ser comunidades receptivas».

Aunque no es una tarea sencilla, el Arzobispo dijo: «Los obstáculos somos nosotros mismos y el miedo al cambio. Por eso Jesús dice tantas veces ‘no tema'».

Un aire joven

La Iglesia porteña tiene muchos jóvenes que están en las distintas comunidades de la ciudad. Sólo hay que facilitarles el espacio. «Las comunidades que más jóvenes tienen es porque los adultos les dijeron ‘este es su lugar’«. García Cuerva recordó que los destinatarios de la evangelización no son sólo los jóvenes de la parroquia, sino también los de las universidades, los del colectivo LGTB y otros colectivos, los que están atravesados por la problemática de las adicciones. «Es necesario entrar en diálogo con todas las realidades de la juventud y no agotar las propuestas«.

También recordó que «los jóvenes tienen códigos propios de celebración. Hay que animarse a dar el lugar, hay que animarse a que ellos lleven adelante la conducción. De jóvenes no saben nadie más que los jóvenes». También recordó la Exhortación de Francisco a los jóvenes Christus Vivit «Allí el Papa, de mil maneras distintas, le dice a los pibes ‘anímense, sean creativos’ y los anima a que sueñen y sueñen en grande, y dice ‘vayan rápido y cuando lleguen sepan esperarnos a los viejos que venimos atrás’.

«Darle lugar a los pibes no es descartar a los viejos, es darles lugar en serio. Nosotros fuimos jóvenes y lo que más nos jodía era que nos dijeran qué teníamos que hacer», recordó el Arzobispo.

Un nuevo Consejo Arquidiocesano de Pastoral

Al cierre del encuentro, el Arzobispo presentó a Monseñor Iván Dornelles, que será el obispo de la Vicaría Devoto y el encargado de animar el Consejo Arquidiocesano de Pastoral, para articular las realidades de las pobrezas urbanas, las juventudes, la celebración y las cuestiones litúrgicas, y todas las pastorales. «Tienen que tener un marco de reflexión para que no se de la fragmentación», dijo García Cuerva.

Monseñor Dornelles dijo: «Para poder cambiar, para tener nuevos horizontes hace falta encontrarse, saber escucharse e ir tejiendo y acompañándonos entre todos esta Iglesia que queremos«, y agregó: «Todos soñamos con una Iglesia renovada, abierta, fraterna, con jóvenes, participativa, trabajando en red. Eso no se crea solo, necesita del impulso del Espíritu Santo y también de nuestras mentes, corazones, manos, cuerpos y nuestras vidas.

Dornelles finalizó con una invitación: «A trabajar, a ser creativos, a hablarse. A veces para cosas concretas, podemos comunicarnos con las parroquias vecinas, porque solos nos encerramos y nos deprimimos, pero acompañados nos animamos y salimos adelante».

Agentes Pastorales Devoto
Encuentro con el Arzobispo
Monseñor Iván Dornelles

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