En el programa Poliedro, emitido por la señal de Canal Orbe 21, la conductora Gabriela Laschera entrevistó a Jorge Almirón presidente de la fundación Gottau en el marco de la clausura del proceso diocesano de beatificación y canonización de Mons. Gottau. En el diálogo abordaron la vida y obra de Mons. Gottau, el proceso de su beatificación y recordaron que la ceremonia será el lunes 21 de mayo a las 9:30hs en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
Inicio del proceso
“Nosotros hace 15 años, con la fundación que lleva el nombre de Mons. Jorge Gottau, junto con el Obispado de Añatuya, empezamos el proceso de canonización. Yo me acuerdo que en aquel entonces estábamos el Mons. Uriona, el obispo de esa diócesis, y conversábamos en el consejo de administración de la fundación que la vida que había tenido Gottau era muy interesante. Mons. Uriona lo conversó con el cardenal Bergoglio y el cardenal dijo `A mí me parece que sí, metanle para adelante´ y entonces ahí empezó el proceso”.
“El proceso es hacer una investigación teológica, a ver si realmente era una persona católica o no a través de sus escritos, y una investigación histórica, es decir, donde anduvo en su vida que comenta la gente con la cual él ha convivido, y bueno nos llevamos lindas sorpresas es decir que ha dejado un buen recuerdo en todas partes, en los rectoristas, en Añatuya, en el Episcopado en la conferencia más por menos, en Alemania, con Armenia, así que estamos contentos”.
Las etapas
“El proceso tiene dos etapas importantes, la primera es esta investigación que hemos terminado y que vamos a sellar el día lunes para poder enviarla a Roma. Allá también se estudiará el equipo de expertos, y en el medio tenemos que rezar para que haya algún milagro y entonces pronto sea Beato y luego San Gottau”.
La actualidad de la fundación
“ La finalidad de esta fundación es colaborar con las obras y las personas del Chaco santiagueño. Nosotros, sobre todo, colaboramos con las obras del Obispado. Fíjese que cuando llegó Jorge Gottau a esta diócesis que no existía, la empezó él, él fue el primer obispo, del río Salado, a la derecha, a la mitad de la provincia de Santiago del Estero, la zona del monte, había siete sacerdotes y siete capillanos. Cuando él fallece, del año 94, del 61 al 94 estuvo, deja más de trescientas obras, más de treinta sacerdotes, más de cien religiosas, más de veinte escuelas, hogares de ancianos, hogares de niños, es decir, una obra faraónica”.
Así se refleja la ayuda
“La Fundación Gottau lo que hace ahora es tratar de acompañar y sostener las obras que dejó Gottau. Tenemos un plan de becas para chicos del monte, a veces viven en residencias en las escuelas de los obispado, entonces los becamos para que puedan estudiar, a veces hablamos sobre edificios, a veces hacemos los baños nuevos, pintamos, y después hay obras nuevas, también hay poblaciones nuevas, la gente del campo se empezó a ir y están en las periferias de los poblados”.
“Él es descendiente de Alemania y se ha hablado bien en alemán. Él fue al concilio Vaticano II y dice que cuando se sentó, se le acercó un obispo al lado, alemán, y le dijo `Me dijeron que usted está en un lugar muy pobre. Nosotros lo vamos a ayudar´. Y ahí, bueno, empezaron a ayudar y a hacer estas obras”.