En Argentina, el Día de la Maestra Jardinera y Día de los Jardines de Infantes
se celebra el 28 de mayo de cada año. Esta fecha fue elegida en honor a
Rosario Vera Peñaloza, una educadora argentina que dedicó su vida a la
formación de maestras y maestros y a la promoción de la educación infantil en
el país lo que significó una verdadera innovación educativa en su tiempo.
Rosario Vera Peñaloza nació en La Rioja, Argentina, en 1873, y se desempeñó
como maestra y directora de escuela en diferentes localidades del país.
También fue inspectora de enseñanza primaria y profesora de la Escuela
Normal de Paraná. En 1948, se fundó la Asociación de Maestras Jardineras de
la República Argentina, y se decidió establecer el 28 de mayo como el Día de la
Maestra Jardinera en honor a Rosario Vera Peñaloza, quien había fallecido el
28 de mayo de 1950.
Hoy en día la semilla sembrada por Rosario Vera Peñaloza muestra sus frutos
en un nivel educativo que es la puerta de entrada a la educación formal.
Rosario tuvo que luchar mucho para que se comprendiera la importancia de la
escolarización en la primera etapa de la vida de un niño y pasaron muchos
años después de su partida a la Casa de Dios Padre para que se entendiera
que en los jardines se hacía mucho más que jugar. Si bien lo lúdico comprende
parte de la tarea, el juego en el nivel inicial tiene una finalidad pedagógica y
educativa. El lugar que ocupa el juego en el jardín de infantes llevó a que
durante mucho tiempo no se valorará la tarea de enseñanza del nivel inicial,
pero desde hace unos años el hoy llamado nivel inicial posee dentro del campo
educativo una gran valoración porque se conoce lo mucho que contribuye a
quien inicia los primeros pasos. El juego reglado uno de los variados recursos
educativos que se utiliza en el nivel inicial que propician el crecimiento y la
maduración de los niños según su edad y sus posibilidades.
En la actualidad, el Día de la Maestra Jardinera es una ocasión para reconocer
la labor de las docentes que se dedican a la educación de los niños y niñas en
la etapa inicial de la vida escolar, y para valorar la importancia de la educación
infantil en el desarrollo de las personas y de la sociedad en general. Es una
etapa crucial en el desarrollo de los niños y niñas, ya que es en este periodo en
el que se sientan las bases para su futura educación y su desarrollo integral
como personas. Entre las razones por las que el nivel inicial es tan importante,
podemos destacar las siguientes:
1. Desarrollo cognitivo y emocional: En esta etapa, los niños y niñas
comienzan a desarrollar habilidades cognitivas y emocionales fundamentales,
como la capacidad de atención, el pensamiento lógico, la creatividad, la
empatía y la regulación emocional. Si bien en todo espacio y lugar se aprende,
en la escuela todo lo que se hace tiene una intencionalidad educativa que sabe
regular los que, los cómo y los cuándos de cada aprendizaje respetando los
tiempos propios de la psicología evolutiva de cada edad.
2. Socialización: La educación infantil también es fundamental para la
socialización de los niños y niñas, ya que es en esta etapa en la que
comienzan a interactuar con otros niños y adultos fuera de su familia. En el
tiempo de pandemia pudimos ver lo esencial que resultaba la escolaridad para
el desarrollo social de los niños en su etapa más temprana. Este tipo de
socialización sienta las bases para que el niño pueda saber desenvolverse en
todos los ámbitos.
3. Preparación para la educación primaria: La educación infantil también es
importante para preparar a los niños y niñas para la educación primaria, ya que
les permite desarrollar habilidades y hábitos necesarios para el aprendizaje,
como la lectoescritura, el razonamiento matemático y el trabajo en equipo. Un
ejemplo de esto nos lo dio también la pandemia, ¿Recuerdan cómo sentimos la
diferencia de los niños que no tuvieron clases presenciales en el jardín y luego
comenzaban presencialmente primer grado?
4. Prevención de desigualdades: La educación infantil es una herramienta
clave para prevenir desigualdades sociales y educativas, ya que brinda
oportunidades de aprendizaje y desarrollo a niños y niñas que de otra manera
podrían quedar rezagados. Además de ser un espacio privilegiado para
detectar tempranamente dificultades que pueden ser acompañadas o
corregidas, tanto de salud como cognitivas.
El nivel inicial o el jardín de infantes resulta una etapa fundamental en el
desarrollo de los niños y niñas, ya que les permite desarrollar habilidades
cognitivas y emocionales, socializarse, prepararse para la educación primaria y
prevenir desigualdades sociales y educativas. Por esta razón, es importante
que se brinde una educación de calidad en este nivel y se valore el trabajo de
las maestras y maestros que se dedican a esta tarea.
Un estudio de la Universidad California mostró hace unos años las grandes
diferencias entre los niños y niñas que cursaron el nivel inicial desde pequeños
y quiénes no. Los resultados arrojados por la investigación demostraron como
los lograban ser más empáticos, más comprometidos socialmente, solidarios,
con capacidad de trabajar en equipo y compartir con otros.
El nivel inicial promueve una crianza respetuosa y trabaja
complementariamente con la familia en la mejor educación de sus hijos.
Como afirmaba hace poco una gran pedagoga argentina: “Todos al jardín y
desde más chiquitos mejor”.
