El Arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva participó de la XXVI Jornada de la Pastoral Social. «A la hora de pensar en la reconstrucción de nuestra Argentina, tenemos que empezar por la conversión del propio corazón«, dijo ante los académicos, educadores, investigadores, funcionarios, entre otros participantes del encuentro.
La Jornada de la Pastoral Social es un encuentro de diálogo y reflexión que se realiza desde hace más de 20 años con el fin de discutir los desafíos sociales actuales y reflexionar sobre el papel de la Iglesia y la sociedad. Este año, se realizó bajo el lema «Fraternidad y Amistad Social: Caminemos para la paz y el desarrollo integral«.
Enraizados en el corazón
«Los argentinos, en general, somos especialistas en diagnósticos. Hacemos siempre un panorama, en general bastante trágico, de lo que vivimos como sociedad. Pero no podemos salir más que del diagnóstico, porque en general, en el diagnóstico, siempre la culpa la tiene otro» reconoció el Arzobispo acerca de la cultura social.
Sin embargo, inspirado en la reciente Encíclica del Papa Francisco, Dilexit Nos, propuso una posible cura para este mal de los argentinos en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. «En esta cultura líquida de la que tanto hablan, donde nada ey se derrumban las seguridades, si hay algo que puede ser nuestro sustento, si hay algo que puede ser aquello en lo que nos apoyemos fuertemente, puede ser el corazón«, dijo.
García Cuerva destacó el impacto social que tiene como consecuencia la devoción al Sagrado Corazón de Jesús: «Las consecuencias son, en primer lugar, poder hacer una revisión de qué me pasa dentro a mí, por dónde están mis sentimientos de responsabilidad en el mundo que hemos construido entre todos, qué quedó de mí o qué quedó en mi corazón de alegría, de amor, de solidaridad, de compromiso, y tener claro que tenemos una responsabilidad social para con los demás».
«Hoy ustedes están acá, y lo estuvieron a lo largo de 26 años, ustedes u otras personas, porque tuvieron ganas de dialogar, porque tuvieron predisposición a la fraternidad, porque tuvieron entusiasmo, disposición, ganas de decir, vamos a encontrarnos con otros. De esto hay que hacer cultura, y para hacerlo cultura tiene que echar raíces en el propio corazón, y para que eche raíces en el propio corazón tengo que descubrir la dimensión social que tiene mi propia vida, y mi responsabilidad en esta reparación», dijo el Arzobispo agradecido por la tarea de la Pastoral Social.
Fraternidad y amistad social
El encuentro presentó diversas conferencias y paneles que abordaron las problemáticas sociales, culturales y de mercado en Argentina, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, para promover la fraternidad y el desarrollo integral como pilares para alcanzar la paz social.