En Pentecostés de 2017 comenzamos el camino del Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires, cuando el Cardenal Mario A. Poli nos invitó a hacer nuestra la misma palabra sínodo –hacer juntos el camino– y sumarnos al sueño del Papa Francisco de una Iglesia misionera, en la que caminemos juntos escuchándonos entre nosotros y a la escucha del Espíritu Santo hacia la misma meta del Reino de Dios. Luego de un largo proceso de consultas, jornadas y encuentros sinodales de laicos, sacerdotes y consagrados, cuyos aportes fueron recopilados en el Documento de Trabajo de la Asamblea Sinodal, los sinodales votaron, el 28 de noviembre de 2021, doce propuestas prioritarias para renovar la evangelización en Buenos Aires.
Ahora, como enuncia el título del documento final del Sínodo, Caminamos juntos en el Espíritu para renovar la Misión en Buenos Aires. Toda la Iglesia porteña está convocada a participar directamente en la implementación de las propuestas del Sínodo y a hacerlo en clave de “comunión, participación y misión” (cfr. Papa Francisco palabras claves del Sínodo sobre la Sinodalidad), como salida, visita y encuentro con los hermanos que habitan y transitan nuestra querida Ciudad, con el estilo y modelo de la Virgen María en el texto evangélico de la Visitación y el Magníficat.
Para ello, cada uno de nosotros, en nuestra área o espacio pastoral, movimiento laical, grupo parroquial, colegio, institución, etc., teniendo en cuenta nuestro carisma o misión y en consonancia con las propuestas del Sínodo, estamos llamados a preguntarnos: ¿Qué acciones podemos llevar a cabo en relación con la Caridad – Servicio, Anuncio –Testimonio, Celebración festiva – Liturgia y Comunión Sinodal? ¿Cómo ponerlas en práctica en nuestras comunidades? En definitiva, ¿de qué manera podemos contribuir al sueño de Dios para la Iglesia de Buenos Aires?
Cecilia Sancineti