El sábado 26 de febrero se anunció el fallecimiento del Padre Boris Turel en la Clínica San Camilo, quien fuera durante 32 años párroco de Nuestra Señora del Carmen en el barrio de Villa Urquiza.

Nacido el 1 de diciembre de 1930, falleció con 91 años cumplidos. Fue ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 1954, alcanzando 67 años de ejercicio del ministerio.

Fue recibido por la tarde en el templo parroquial junto a algunos miembros de la comunidad, con quienes se celebró la misa vespertina. 

Durante el domingo fueron celebradas dos misas en su recuerdo con la participación de la comunidad parroquial, amigos y quienes lo cuidaron con cariño este último tiempo. 

A las 9.30 hs., la misa fue presidida por Mons. Juan Carlos Ares, Obispo Auxiliar, Vicario de la Zona Devoto; y a las 11.30 hs. por el Arzobispo, Card. Mario A. Poli, y concelebrada por Mons. Enrique Eguía Seguí, Vicario General, el párroco actual Pbro. Gustavo Larumbe, el párroco sucesor del padre Boris, Pbro. Marcelo Pettinaroli, el vicario parroquial Pbro. Arturo Bas y otros sacerdotes amigos que lo conocieron como seminaristas o colaboradores en la parroquia.

Recordatorio del padre Boris a los pies del altar

En las misas, se destacó su ejemplo como sacerdote de consejo, recordando su impecable voz para hablar, que le daba autoridad y dulzura a la vez. Fue un gran evangelizador de las periferias, entre otras acciones, anunciando la Palabra en la televisión (muchos años realizó los cierres de la programación de Canal 11) y en la radio FM Urquiza, en la relación con instituciones y organismos barriales, en particular su vínculo con el Club River Plate. Y también se lo recordó por ser un sacerdote de comunión, tanto en el acompañamiento de la comunidad parroquial como en el presbiterio, signo de ello fue el gran cariño que tienen de él los sacerdotes que lo acompañaron en la parroquia como colaboradores, que tuvieron la oportunidad de compartir la vida diaria. También se lo mencionó como un sacerdote valiente y profético, cuando en la década del 70 sus homilías eran escuchadas con atención, iluminando los tiempos difíciles que se vivían, poniendo en juego su propia vida.

Sus restos fueron llevados al Panteón de Caritas en Chacarita. Más adelante serán cremados para luego depositar sus cenizas en el Cinerario parroquial en una celebración de la cual se informará oportunamente día y hora.

La Iglesia de Buenos Aires agradece a Dios la vida y el ministerio tan fecundo del padre Boris Turel.