La comunidad de Santa Adela celebró la Santa Misa el pasado 16 de diciembre en un clima de alegría y profunda emoción. Allí estuvo presidiendo la celebración el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva en el marco de la Fiestas patronales de Santa Adela. También, estuvieron las cámaras de Orbe 21 y captaron la felicidad de compartir en comunidad.
En su homilía Mons. García Cuerva, a la luz del Evangelio (Mateo 25: 35-46 ), destacó: «El Evangelio que acabamos de proclamar Jesús nos dice cuál es la pregunta que nos van a hacer cuando lleguemos al cielo. Y la pregunta es, ¿Cuánto amamos?». «Hoy Jesús nos anticipa cuál es la pregunta que nos van a hacer. Pensaba entonces en nuestra patrona, en Santa Adela, una santa que no es muy conocida. Y digo, qué bueno que no sea muy conocida porque entonces va a prestarle atención a los pocos que la conocen para cuando le pidan».
Además, contemplando los títulos de reina que tenía esta Santa en su época, reflexionó: «Santa Adela no se dejó obnubilar por las luces del poder, no se dejó obnubilar por las luces de la riqueza, del oro, esto de ser emperatriz, esto de tener mucho poder. Por eso, su vida, es un testimonio de evangelio en el cual tenía claro que tenía que jugarse la vida especialmente por los que sufrían, por los más pobres, por los que necesitaban».
El Arzobispo agregó: «Santa Adela fue miembro o parte de la clase dirigente política de su época. Imagínense hoy si nuestra clase dirigente política viviera el evangelio a fondo cómo lo vivió ella. Tendríamos otro país, me imagino, o por lo menos nos veríamos nosotros cuestionados a decir si nuestros dirigentes viven el evangelio a fondo. Fue de la clase política dirigente de su época. Por eso creo que su vida nos tiene que interpelar a todos».
Como puntos a destacar aseveró: «Pidámosle a Dios que nos limpie la mirada para poder mirar bien y encontrarnos con Jesús en los que sufren que nos limpie de prejuicios, de los ideologismos, de bronca y de rencor que a veces tenemos para que podamos ver bien y descubrir a Jesús en los que sufren. Pidámosle a Santa Adela mirar como miraba a ella tener esa mirada límpida como la que tenía ella».
Al concluir destacó: «Creo que Santa Adela es la síntesis, vio con una mirada limpia, miró como mira Jesús y descubrió que en los pobres estaba el mismo Dios, su mirada estaba limpia de prejuicios, su mirada estaba limpia de ideologismos, su mirada era transparente porque seguramente lloró mucho el sufrimiento de los demás y con esas lágrimas limpió su mirada. hizo, se jugó, se comprometió por los que sufrían, por eso pidámosle por cada uno de nosotros que interceda, que seamos cristianos que se animen a vivir el Evangelio a fondo y pidamos también para que Dios nos conceda una clase dirigente como la de Santa Adela».
