El pasado viernes 23 y el sábado 24 de agosto se realizó el VIII Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa. En el Colegio La Salle, ubicado en en la Ciudad de Buenos Aires, se llevó adelante el encuentro con el fin de poder reflexionar sobre la Biblia como una fuente de expresión de Dios hacia el ser humano, y la capacidad de la Escuela Católica de asumir su sentido pedagógico.
Con diferentes temáticas como lo son la pastoral, claves pedagógicas, la escucha, desafíos y didácticas para trabajar en la escuela con la biblia, se realizaron distintas actividades. Al finalizar la participación del evento el sábado 24 fue entregado una certificación que constata la participación de cada persona que se hizo presente en el Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa.
A continuación compartimos la Homilía de Mons. Jorge García Cuerva en el encuentro con los Educadores.
Cuando comenzamos a leer el capítulo 6 hace ya varios domingos cuando fue la multiplicación de los panes y de los pescados Jesús convocó a un montón de gente. Tenía más de cinco mil, cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Y como en toda parroquia, lo que más hay es mujeres y niños entonces tenemos que pensar que había muchísimas más personas que lo seguían a Jesús cuando hizo la multiplicación de los panes y de los pescados.
A medida que iban pasando los domingos y Jesús se ponía con un discurso más duro y complicado, el rating empezó a bajar y hoy llegó a su punto mínimo. Los únicos que están al lado son los discípulos, e incluso a ellos Jesús les dice: “¿Se quieren ir? Váyanse, no hay ningún problema”. Como que Jesús no está mirando el rating y ¿Por qué les dice esto? Porque claramente el Evangelio de hoy es un Evangelio en el que hay que elegir. Jesús hizo su planteo: “Yo soy el Pan de vida” y entonces mucha gente se desilusiono y se fue porque ellos querían el pan y el pescado gratis para la panza. Y a los discípulos les dice: “Elijan” “¿Ustedes también quieren irse? » Ahí viene la respuesta de Pedro: “Adonde iremos Señor? tú sólo tienes palabras de vida eterna”. Por lo cual, eligen a Jesús.
También hoy la primera lectura Josué le dice al pueblo: “Hoy tienen que elegir, o eligen al Dios de sus padres, que los sacó de Egipto, o eligen a los dioses de los paganos”. Y entonces quería yo también aprovechar este cuento, animarlos a que cada uno, en el espacio educativo en el que trabaje podamos decir “Nosotros también queremos elegir”. También queremos elegir aunque a veces eso signifique que baje el rating. Aunque a veces eso signifique a veces que tengamos que sumar dificultades y problemas. Y tomé para ver cuales son las elecciones que tenemos que hacer, a mi me gusta mucho Mario Benedetti, ¿Hay uruguayos acá o no? ¡Qué poeta que tienen!
Y Mario Benedetti entre otras cosas tiene frases sueltas y esta frase suelta de Mario Benedetti dice: «En la vida conviene nunca elegir 3 figuras geométricas; los círculos cerrados, los triángulos amorosos y las mentes cuadradas”. Repito, dice Mario Benedetti “En la vida es conveniente nunca elegir 3 figuras geométricas: los círculos cerrados, los triángulos amorosos y las mentes cuadradas”. ¿Qué significa para nosotros los círculos amorosos? Y yo creo que el círculo amoroso es cuando el sistema educativo se cierra en sí mismo y nosotros como educadores católicos nos creemos los salvadores del mundo y del continente. Casi que tenemos una mirada narcisista, ese perro que se muerde la cola. Nos hacemos las preguntas y tenemos todas las respuestas. Casi diría, nos inflamos de soberbia y por eso es un círculo cerrado porque no nos abrimos a los distintos No nos abrimos a la posibilidad de buscar con otros.
El Papa Francisco se cansó de proponer el poliedro no el círculo. El poliedro significa la figura geométrica de lazos distintos, el poliedro es el que incluye a todos, porque nadie es descartable ni desechable. Por eso, entonces, los animo a que no elijamos nunca el círculo cerrado que nos animemos verdaderamente a estar abiertos, abiertos a la diversidad, abiertos a buscar con otros. Vivimos en el continente con mayor inequidad. La mayor diferencia entre ricos y pobres.
También nos dice Francisco en el Evangelii Gaudium, 202, la inequidad es la causa de todos los males. También entonces la inequidad es la causa del nivel educativo que tiene nuestro continente. Con lo cual, demasiado grave es el problema como para creer que nosotros solos podemos buscar la solución. De nada sirven los círculos cerrados.
También animo a que podamos no elegir estos triángulos amorosos. Uno dice, ¿Qué tiene que ver eso con lo educativo? Y creo que el triángulo amoroso tiene que ver con la infidelidad. Y nosotros seguramente somos educadores por vocación. Somos educadores porque en algún momento creímos que es la mejor herramienta para sacar del núcleo duro de la pobreza. Y somos educadores católicos porque estamos enamorados de Jesús. Que lindo poder entonces volver al primer amor. Y preguntarme si hoy sigo manteniendo el mismo compromiso por las mismas motivaciones. Porque sigo creyendo en la educación como herramienta para construir un mundo mejor y porque sigo enamorado de Jesús. No aparece el triángulo amoroso en el cual finalmente hay infidelidad. Y la motivación primera hoy es la guita, el sueldo, la fama, el poder, el cargo. Ahí se da el triángulo amoroso. No lo elijamos. Volvamos al primer amor. Volvamos a elegir la educación católica por lo que vale la educación como herramienta y porque estamos enamorados de Jesús y sus proyectos.
Y dice también Mario Benedetti que no hay que elegir mentes cuadradas. Y creo que uno de los grandes problemas que tenemos es ese. La mente cuadrada. El seguir cayendo en el “Siempre se hizo así”. Francisco dice que es el veneno de la iglesia. Creer que podemos con nuestras respuestas contestar las preguntas del hoy. Animarnos a romper ese esquema. Animarnos a lo nuevo, a lo distinto. San Oscar Romero, ¿Hay salvadores en el Salvador? ¿En serio? Bien. San Oscar Romero decía, “Dios es novedad. Dios es novedad. Dios es progreso”.
Con lo cual no creemos en un Dios estático. Creemos en un Dios que constantemente se está recreando y nos está animando todo el tiempo a nosotros a lo mismo. No podemos responder a los temas de hoy con lo que habremos aprendido hace muchos años. No podemos quedarnos en este “Siempre se hizo así”. Por eso, habiendo centrado la educación y la palabra, la educación y la Biblia en este encuentro, creo que si hay una fuente de la que podemos beber todo el tiempo para no elegir entre tres figuras geométricas, es en la palabra.
Justamente, Jesús no es un círculo cerrado con sus discípulos. Al contrario, se abrió a todos. Se abrió a los marginados, a los más pobres, a las prostitutas. Abrámonos a nuestra realidad que tanto amamos y tanto nos duele. Jesús fue fiel al proyecto. No anduvo con triángulos amorosos. Eso le llegó y le costó la vida, pero tenía claro que su identidad era el proyecto de Dios y el reino. Jesús no fue un hombre de mente cuadrada. Al contrario, se enfrentó con los de cuadrada que eran los fariseos y los escribas. Por eso quisiera hoy animarlos. Que volvamos a elegir el primer amor. Que volvamos a ser educadores, porque creemos en la educación como herramienta de construcción de un mundo mejor. Enamorado de Jesús y su proyecto. Que hoy, como dice Josué, es hora de elegir. Y que le podamos decir al Señor lo mismo que Pedro. “¿A quién iremos, Señor? Tú solo tienes palabra de vida”. Amén.