La comunidad de la parroquia Santa Rosa de Lima le dio la bienvenida a su nuevo párroco, el padre Roberto Sosa, con una Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo Mons. García Cuerva. «Yo creo que el gran milagro fue que a esos hombres decepcionados, angustiados, entristecidos, vacíos, Jesús les enseñó que no estaba todo perdido, que se tenía que dar otra oportunidad, que valía la pena volver a intentarlo, que las derrotas son pasajeras, que había que volver a insistir, que no había que bajar los brazos y había que ser testigos y peregrinos de esperanza» mencionó a la luz del Evangelio.
El camino pastoral del Padre Roberto Sosa
El padre Roberto Sosa recibió el Orden Sagrado en noviembre de 2006. Sus primeros pasos en el ministerio fueron como diácono en la parroquia Ntra. Sra. de la Paz. En el año 2007 lo nombraron vicario en la parroquia San Nicolás de Bari, donde estuvo hasta 2015. Luego asumió como párroco en Santa Isabel de Hungría en marzo de 2015 donde se mantuvo hasta enero de 2025.
Inicios pastorales
El padre Roberto Sosa asumió como nuevo párroco en Santa Rosa de Lima. Frente a su familia, la comunidad de Santa Isabel de Hungría, amigos que se hicieron presentes, se desarrolló la Santa Misa con su nueva comunidad. También, acompañaron sacerdotes de la parroquia y de otras iglesias quienes celebraron este comienzo pastoral del sacerdote.
Comienzo de un nuevo andar
Durante la Santa Misa, Mons. García Cuerva mencionó: «Creo que Jesús vio mucho más que unas barcas vacías. Jesús vio unas barcas vacías, Jesús vio unas redes vacías y Jesús vio unos corazones vacíos. Los corazones de esos pescadores que, frustrados por no haber pescado, quizás cansados, muertos de sueño por haber estado en vela toda la noche intentando pescar, tenían también mucha tristeza, desaliento, desesperanza, angustia. Todo eso se llena con la presencia de Jesús».
El Arzobispo luego mencionó a la comunidad «La comunidad es el lugar en el que podemos llenarnos de Jesús. Que ese vacío del corazón se llene en la comunidad de Jesús. Que el vacío de nuestras vidas se llene de Jesús cada uno de los testigos de Jesús tendrá que también poder llevar a ese Jesús para que llene esos corazones que están tan solos, tan vacíos, tan tristes».
Mons. García Cuerva se dirigió al nuevo Párroco y le dijo: «Querido Roberto Te animo enormemente a que también con tu testimonio sacerdotal seas la presencia de Jesús para tantos que andan con su vida vacía Que siempre animes a esta comunidad a ser peregrino de esperanza, con esta comunidad que te recibe con tanto cariño».
