La comunidad de Santísimo Redentor celebró la Santa Misa en un clima de fraternidad y alegría. Allí, presidió la Eucaristía Mons. García Cuerva que, a la luz del Evangelio, mencionó: “Iluminados por este Evangelio que conocemos de Mateo 25, pensaba dos verbos para compartir con ustedes, dos acciones que creo que también de alguna manera unen el evangelio con la vida de María y unen el evangelio con la vida de San Martín de Tours”.
Descubrir a partir de la mirada
“Pensaba el verbo ver; porque podemos hoy pedirle a la Virgen y la intersección también de San Martín de Tours para que limpien nuestra mirada. Porque a veces nuestra mirada es una mirada prejuiciosa, es una mirada nublada por los rencores, es una mirada que no termina de ver claramente que el otro es mi hermano” dijo y agregó: “Como nos pide hoy el Evangelio, descubrir al rostro de Cristo en los que sufren, descubrir el rostro de Cristo en los que la están pasando mal”.
Luego reflexionó: “La Virgen en las bodas de Caná veía lo que pasaba y por eso se da cuenta que falta el vino. La Virgen tiene una mirada aguda, una mirada profunda, una mirada que se da cuenta de los pequeños detalles y sabe lo que nos pasa. Por eso le queremos pedir a la Virgen que nos copie un poquito su mirada”.
Además Mons. García Cuerva pidió: “Poder descubrir en los que sufren al mismo Cristo, poder imaginarnos que necesitamos de un oculista espiritual que nos pueda curar la mirada de prejuicios, de ideologismos, de rencores, de rechazos, de broncas”.
Hacer lo que Jesús nos pide
“Quiero que le pidamos a la Virgen que nos enseñe a hacer. Ella nos dio la indicación en las bodas de Caná cuando dijo, ´No tienen vino´. Y después le dijo a los sirvientes, ´Hagan lo que Él les diga´ Y hoy nos vuelve a decir, ´Hagan lo que Jesús les diga´ Y Jesús lo que nos dice es que vivamos el amor al prójimo. Jesús lo que nos dice es que le demos de comer al hambriento, de beber al sediento, que visitemos al preso y al enfermo, que le demos cobijo al forastero, que vistamos al desnudo. Ese es el hacer de los cristianos” explicó.
Al concluir enfatizó: “Pidamos en esta Misa jubilar poder también nosotros dejarnos iluminar por el Evangelio y ver como miraba la Virgen lo profundo de los corazones y las necesidades de todos. Ver como miraba San Martín de Tours, que descubren al pobre mendigo al mismo Cristo. Y pidamos también poder hacer bien las pequeñas cosas de todos los días, hacer como nos dijo la Virgen, hagan lo que él les diga y lo que Jesús nos dice, que vivamos el amor al prójimo y que lo vivamos con obras, como también lo hizo San Martín de Tours compartiendo su capa”.