La Vicaría de Jóvenes celebró la Fiesta de Carlo Acutis, el joven beato que pronto será canonizado como Santo de la Iglesia por el Papa Francisco, con un encuentro de jóvenes en la Parroquia San Lucas de la Pastoral Universitaria, y una merienda solidaria con las personas en situación de calle, en la Plaza Houssay.
El 12 de octubre fue la fiesta de Carlo Acutis, el joven italiano que falleció a los 15 años a causa de una leucemia letal. El joven beato será canonizado pronto, de acuerdo con la autorización anunciada por el Papa Francisco el 23 de mayo de este año. En honor a él y a su amor por la Eucaristía, la Virgen María y los más pobres, la Vicaría de Jóvenes celebró su fiesta.
El evento comenzó con una misa compartida entre los jóvenes de la ciudad de Buenos Aires y presidida por el obispo Alejandro Pardo, en la Parroquia San Lucas de la Plaza Houssay. Fue una celebración sencilla en la que reflexionaron sobre la santidad y la alegría de ser jóvenes seguidores de Jesús.
Una amistad con Carlo Acutis
Al finalizar la misa, el padre Alejandro Pavoni compartió su testimonio de amistad con el próximamente santo Carlo Acutis. Destacó tres pilares de su vida de amor a Dios: la Eucaristía, la Virgen María y la cercanía a los más pobres. «A Carlo no lo busqué, él me fue encontrando«, afirmó el padre Alejandro que compuso la canción «Soy Carlo» junto al proyecto digital Iglesia Millennial.
Las frases más conocidas del beato son una muestra de sus amores más grandes: «María es la única mujer de mi vida«, aseguraba Carlo Acutis quien rezaba el rosario todos los días con la certeza de que la Virgen guía por el camino más directo hacia el cielo.
A pesar de su corta vida, Acutis demostró su gran fe desde muy pequeño. Su niñera le presentó la Iglesia católica y los Sacramentos y el niño se enamoró de la Eucaristía. «La Eucaristía es mi autopista al cielo» decía el joven que participaba de la celebración de la misa todos los días y realizó una investigación de los milagros eucarísticos de todo el mundo.
Con sólo 15 años de edad, sobrellevó con alegría y entrega una leucemia letal que lo condujo a la muerte. El día de su velorio, muchas personas en situación de calle se acercaron a despedir sus restos, asegurando que el joven les había compartido su comida y abrigo sin que sus padres lo supieran, dejando en evidencia su amor por los más necesitados.
Los tres pilares de la santidad
Siguiendo el ejemplo de Carlo Acutis, los jóvenes continuaron el encuentro con una adoración al Santísimo. Alimentados por el encuentro de Jesús, se dividieron en diferentes grupos: mientras algunos continuaron la oración con cantos y reflexiones, otros salieron a los alrededores de la Plaza Houssay para invitar a las personas en situación de calle a compartir una merienda.
A las puertas de la Parroquia se congregaron los jóvenes, y todos los ciudadanos que pasaban la tarde tomando mates en la plaza. Compartieron el testimonio del joven beato que sorprendió y generó curiosidad entre los presentes que se acercaban a preguntar más detalles de su vida.
La Virgen, la Eucaristía y los más necesitados fueron los pilares del evento como los fueron también en la vida de Carlo Acutis. Después de todo, como reflexionaban los jóvenes al cierre del evento: «Ser Santos es dejar que Dios actúe en nosotros y nos impulse a ser lo que estamos llamados a ser«.