Luego de una tarde de mates y charla de sueños y anécdotas, los jóvenes de la Iglesia porteña compartieron la celebración de la Eucaristía junto a Monseñor Jorge García Cuerva y con la presencia del embajador de Portugal.

Uno de los sueños que los jóvenes y Arzobispo comparten, es el de que la Iglesia se casa para todos. Un sueño que comenzó a hacerse realidad en esta misa en la que participó un joven preso con la primera lectura en un audio.

«A veces el camino se hace cuesta arriba como el esos discípulos» dijo en su homilía Mons. Jorge «pero ¿saben qué?, Jesús no los dejó tirados» y recordó a los jóvenes que «Jesús camina con vos, es tu mejor amigo y nunca abandona».

También dijo que «Todos en la vida tenemos un momento en el que sentimos a Dios muy muy fuerte en el corazón, cómo si Dios nos regalara un pedacito de cielo» y aseguró «porque Dios es el Dios de las sorpresas».

Invitó a los jóvenes a compartir esa alegría de esos encuentros con Dios: «No nos podemos guardar a Jesús para nosotros, a Jesús hay que compartirlo, contagien esa alegría».

Al finalizar la misa, los jóvenes quisieron tener un gesto con el nuevo pastor de la Ciudad de Buenos Aires y lo bendijeron pidiendo por su nuevo ministerio y su tarea de guiar y acompañar a la Iglesia porteña.