Conversamos con el Hno. Ezequiel, vicedirector de la Editorial Claretiana acerca del libro que recopila las homilías de Mons. Jorge Ignacio García Cuerva y lleva como título su lema Episcopal : “No apartes tu rostro del pobre” (Tobías 4,7). Esta obra se presentará el próximo 22 de noviembre a las 17:30hs en la sede del Arzobispado de Buenos Aires.

Este libro presenta, desde la perspectiva de la fe y el amor, el desafío de estar al lado de aquellos que más necesitan nuestra ayuda. El autor ofrece una mirada conmovedora sobre la realidad de la pobreza y la marginación en nuestra sociedad actual, y nos guía a través de una profunda reflexión sobre cómo podemos hacer la diferencia en la vida de quienes menos tienen.

Dichos mensajes fueron distribuidos en 3 grandes ejes. Los dos primeros inspirados en el mensaje del Papa por la Jornada Mundial de los pobres -que lleva como lema el título del presente libro- y que Francisco sugiere de esta forma: el don y el compromiso de vivir la pobreza y de servir a los pobres. En la primera se aborda la pobreza como virtud, es decir, aquella que nos configura con Jesús, experimentando el desapego, el abandono en Dios y el reconocimiento de la propia vulnerabilidad. Y en un segundo momento el servicio a los pobres, al cual nos envía Jesús para construir juntos el Reino y encontrar la verdadera felicidad como nos promete al final del lavatorio de los pies: ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican (Jn 13, 17). Por último se agruparon las homilías relacionados con la construcción de nuestro país, en el contexto histórico presente, a elegir con sabiduría, a vivir para edificar la Argentina que soñamos y acompañar la fragilidad en lugar de juzgar. El autor nos recuerda que no debemos perder la esperanza y que debemos seguir soñando las «locuras de Dios», trabajando juntos para un país más justo y fraterno.

Una obra que tiene el privilegio de contar con la presentación de Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, quien introduce al lector en una síntesis perfecta de la Obra y su mensaje central. Sin duda un libro que invita a la reflexión y al diálogo desde un lenguaje llano y empático. Que despierta conciencias y anima al compromiso sin individualismos estériles, sino mas bien invitando a la felicidad que sólo se logra abrazando al pobre con su nombre, su historia, su rostro… El lector podrá observar desde el primer momento que su mensaje no es desde un púlpito inaccesible y distante, sino desde la palabra que es experiencia sinodal de un hombre que inició su ministerio en los sectores mas populares del conurbano bonaerense, que caminó los barrios mas humildes y que se comprometió con las perisferias, también las existenciales. Son las palabras del Pastor que se emociona al enterarse que será Arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, que llama a La Cava su primer amor, que conserva sus amistades de la infancia y que disfruta viajando en transporte público o caminando por las calles de Buenos Aires buscando a Dios todos los días -porque como el mismo dice- :  “creo que es verdad, y Él está en cada rostro con el que me encuentro”.