El sábado 22 de noviembre se realizó el Jubileo de Jóvenes arquidiocesano organizado por la Vicaría de Jóvenes. El anfiteatro Niní Marshall fue el punto de encuentro a lo largo de la jornada que tuvo momentos de misión por el barrio Rodrigo Bueno, espacios deportivos y recreativos y, también, de reflexión en torno al pontificado del Papa Francisco. La propuesta también incluyó una adoración eucarística y concluyó con la Santa Misa presidida por Mons. García Cuerva. 

A la luz del Evangelio, Mons. García Cuerva, dirigiéndose a los jóvenes dijo: “Este fin de semana celebramos la Solemnidad de Jesús Rey del Universo y el Evangelio de hoy nos hace acordar al Viernes Santo, donde Jesús aparece crucificado. Y he pensado hoy tres acciones que se dan en el Evangelio para compartir con ustedes. La primera dice que Jesús está crucificado y que el pueblo, la gente miraba. La primera acción: ´mirar´”.

Mirar a Jesús 

“Jesús es para quedarnos quietos contemplando, mirando, sorprendiéndonos de cuánto nos ama, mirar la cruz detenidamente, mirar la cruz y dejarnos sorprender, como les dije, por cómo nos ama. El riesgo es que miremos a Jesús entre un montón de otras imágenes o que creamos que la vida es como una selfie” dijo luego y agregó: “Le propongo que le den lugar a la mirada de Jesús, que los sorprenda y los maraville siempre por cuánto te ama que entrega la vida por vos, no lo dudes nunca. Te ama mucho y por eso entrega la vida por vos”.

Animarnos a preguntar

También mencionó: “La segunda acción es: preguntar. Animarnos en la vida también a preguntar a veces ´ ¿Dónde está Dios? ´ Cuando sentimos de repente que nos sentimos solos o sentimos que Él nos dejó. Preguntarle a Dios en la oración, ´Señor, ¿Dónde estás? Señor, no me entiendo, ¿Qué me está pasando?´”. Y subrayó: “Tengan siempre confianza en Jesús, anímense a decirle lo que sienten y pregúntenle aquello que no entiendan, porque en la vida en general habrá un montón de cosas que no entendemos, por eso vale la pena preguntar”.

Misericordiar por Dios

Refiriéndose a la figura del buen ladrón reflexionó: “Le robó el corazón. Dejémonos robar el corazón por Jesús. Que él también nos llene con su misericordia. Nunca dudes que te ama, pero tampoco nunca dudes que te perdona y que te perdona absolutamente de todo. Que nunca tengas vergüenza de mostrarte delante de Jesús, como hoy se mostró ese ladrón que reconocía sus macanas”.

“Queridos jóvenes, que hoy, en esta fiesta de Cristo Rey y habiendo celebrado este jubileo de los jóvenes, podamos mirar a Jesús y no como un reel, no como una selfie, mirarlo y detenernos para contemplarlo y darnos cuenta cuánto nos ama, que eso te maraville siempre. Nuestra Fe no es una fe automática, no es una Fe que creo porque pongo play y listo. A veces también nuestra Fe es una Fe que se debate, es una Fe que entra en diálogo, es una Fe que se anima a decir no sé, y en ese sentido pregunten. Y déjense misericordia por Jesús, preséntense con su vida, nunca duden de cuánto los ama y cuánto los perdona”.

“No nos podemos guardar lo más hermoso que hemos conocido, que Jesús entregó la vida por nosotros, por amor, que nos ama y nos gana el corazón, y, como dije, que nos perdona de todo. Hay un montón de jóvenes que no lo conocen, hay un montón de jóvenes que esa buena noticia nunca la recibieron. Dependerá de nosotros que la reciban y que experimenten a Jesús y lo sientan en el corazón, que reina en nuestras vidas como lo hacemos nosotros” dijo al concluir.