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Celebración de la Santa Misa con el DEMEC

por prensa_admin

El pasado sábado 15 de noviembre se realizó la Santa Misa el encuentro de responsables y delegados de Movimientos y Asociaciones y Nuevas Comunidades (DEMEC). Allí, celebró la Eucaristía Mons. García Cuerva en un clima de comunión y fraternidad con los presentes desde las 14:30 hs en Av. Jujuy 2181.

En su homilía Mons. García Cuerva destacó: Tiempos complejos nos está definiendo hoy Jesús en el Evangelio. Tiempos complejos que vivimos. No son tiempos para lamentarnos, no son tiempos para sentarnos y llorar, son tiempos para ser testigos. Y el Señor hoy en el Evangelio nos da algunas pistas, testigos que no sean ingenuos, que no se dejen engañar y se compren cualquier buzón«.

Jesús, nuestra esperanza

«Segundo, testigos sostenidos en una esperanza cierta. Nuestra esperanza cierta es Jesús. Nuestra esperanza cierta son las promesas de Dios que se cumplen. No nos sostenemos en rumores, el tiempo está cerca o soy yo, como dice hoy el evangelio. Y al mismo tiempo, testigos que se sostienen en la constancia y en la paciencia, virtud tan difícil de tener este tiempo y por eso se la pedimos a Dios con mucha fuerza» subrayó después.

Siguiendo con su alocución añadió: «Me gustaría entonces, queridos hermanos de los distintos movimientos de nuestra arquidiócesis, que también seamos capaces de abrazar la realidad de nuestra ciudad de Buenos Aires. Podemos sentarnos a llorar todas las desgracias que ya las conocemos y las experimentamos. O podemos tratar de abrazar esa realidad imaginándonos que es nuestra ciudad, que son nuestros barrios, nuestras parroquias, nuestros colegios, nuestras calles, que sabemos que están heridos como estamos heridos en el corazón, pero abrazamos todos juntos con la centralidad del Señor».

Al confluir enfatizó: «Que este sea como el mensaje nuevamente agradecerles enormemente y a seguir siendo testigos de Jesús en tiempos complejos, que no se dejan engañar, que no se sostienen en esperanzas inciertas y que no se dejan ganar por la impaciencia, sino al contrario, que son capaces de discernir la verdad, de buscar por dónde va el evangelio, que son capaces de sostenerse en la esperanza cierta que es el mismo Jesús. Y al mismo tiempo, como dije, que nos sostenemos en la constancia, abrazando nuestra realidad de la ciudad de Buenos Aires, herida, pero al mismo tiempo tan hermosa y desafiante. Todos juntos peregrinos de esperanza. Amén«.

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