En el Programa Poliedro, emitido por la señal de Canal Orbe 21, la periodista Gabriela Laschera diálogo con Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación. En la entrevista reflexionaron sobre el estado de salud del Papa Francisco y su regreso a Santa Marta, luego de estar 38 días en el Hospital Gemelli de Roma.
Signos que movilizan
En su reflexión sobre los momentos más significativos en estos días de hospitalización del Papa Francisco, Tornielli destacó: “Cuando llegó su voz por primera vez, después días y días de silencio, con este mensaje muy corto en la Plaza San Pedro, donde estábamos reunidos para rezar el rosario para su salud, y llegó su voz agradeciéndole a todo lo que estaba rezando en este momento”. Luego agregó: “El domingo cuando llegó la primera imagen, se veía a él en la pequeña capilla cerca al cuarto del hospital, rezando después de la misa, y fueron dos ocasiones muy conmovedoras. Creo que lo que es importante decir es la gran cantidad de gente, de católicos, religiosos de otras religiones y de gente no creyente que rezaron, le mandaron buenos pensamientos”.
“Francisco es un pastor, no es el jefe de una multinacional, no es un businessman. Y hablando del magisterio de la fragilidad, tenemos que decir y que recordar que nuestra fe, la fe cristiana, es la fe de un Dios que eligió ser débil, que eligió hacerse hombre, es decir, encontrar nuestra fragilidad y nuestros sufrimientos. Él eligió hacerse un niño totalmente dependiente de un papá y de una mamá, como todos nosotros hemos estado cuando éramos niños. Entonces es un Dios que ha elegido esta debilidad y que ha elegido ser nuestro compañero en los sufrimiento también”.
El mensaje del Santo Padre
“Creo que la oración del Papa para la Paz, desde su cuarto del hospital policlínico Gemelli, fue muy importante. Él nos ha dicho, él ha escrito que desde aquí, desde el hospital, la guerra me parece aún más absurda. Y esto es muy importante, es importante decirlo. Entonces hay un magisterio de la fragilidad que es importante y que le pertenece al Papa, que es como un padre común para todos nosotros. Y que no está es un testimonio del Evangelio, también si está en una condición como débil, frágil, enfermo. Y también nos enseña que la vida humana se tiene que vivirla toda, en cada momento”.
“Lo que tenemos que decir es que en realidad no se sabe nada y no se puede decir nada. Es decir, él tiene que hacer dos meses de convalecencia, estricta convalecencia, es decir, no encontrar personas, no hablar, no hacer muchísimas cosas. Y esto lo piden porque se necesita para su salud, se necesita para que pueda terminar este periodo regresando a una vida más normal. Entonces, hasta este momento nosotros no sabemos nada de lo que va a pasar. Es decir, en los próximos dos meses él hará cosas, no lo sabemos. Podrá decir cosas, no lo sabemos. Yo creo que se necesita verdaderamente que sean dos meses de descanso”.
La Fe cristiana
“Fue un saludo que me ha conmovido porque el Papa miraba a toda la gente, pero miraba a cada persona, y él vio esta señora que él conocía, porque ella ya se fue varias veces al Vaticano con las flores. Nos dice que la fe cristiana no es algo que habla a la gente en el sentido de todo el grupo. Es capaz de hablar a cualquier persona, a cada uno de nosotros, a mirar, a poner sus ojos en los ojos de los otros. Y así miraba Jesús. Lo vemos, lo leemos en cada página del Evangelio, y así nos enseña a mirar la realidad del Papa”.
