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Inicio pastoral de Gustavo Gil en Nuestra Señora de la Misericordia

por prensa_admin

La comunidad Nuestra Señora de la Misericordia celebró la Santa Misa el domingo 2 de febrero en un clima de alegría y comunión. Allí estuvo presidiendo la celebración el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva en el marco del Inicio pastoral del padre Gustavo Gil. También, estuvieron las cámaras de Orbe 21 y captaron la felicidad de compartir en comunidad. 

El padre Gustavo Gil recibió el orden sagrado en noviembre de 2011. Sus primeros pasos en el ministerio fueron como diácono en la parroquia San Cayetano (B). En el año 2012 lo nombraron vicario en San Ramón Nonato donde estuvo hasta 2015. Luego tuvo paso en la parroquia Santa Julia donde se desempeñó como vicario parroquial de 2015 al 2017 y en Santa Rosa de Lima de 2017 a 2021. En la parroquia San Cristóbal ejerció como párroco desde 2021 hasta enero de 2025.

En su homilía Mons. García Cuerva, a la luz del Evangelio destacó: «Se describe a Simeón como un anciano que esperaba con Fe el consuelo de Israel, confiando en las promesas de Dios y no en sus propias fuerzas, lo que lo llevó a visitar el templo repetidamente con la esperanza de encontrar al niño Dios».

Contemplando las lecturas, expresó: «Creo que todos nosotros como comunidad, especialmente esta comunidad de misericordia que recibe a su nuevo pastor, tenemos que ser hombres y mujeres de esperanza. Que se animan a seguir confiando en las promesas de Dios. Y que a pesar de las dificultades de la vida, seguimos creyendo que Dios no nos abandona. Y también, igual que Simeón, queremos salir al encuentro del niño Dios». 

Luego mencionó: «Simeón es un hombre de alegría que evidentemente mira la parte del vaso llena, es un hombre de esperanza y entonces, a pesar de que quizá le dolían los huesos. A pesar de que hacía rato que estaba esperando conocer al niño, no tuvo más que palabras de alabanza y de agradecimiento. Un hombre feliz, no porque no tuviera problemas, sino porque sabía sobrellevarlos y descubrir las cosas lindas de la vida.».

El Arzobispo destacó: «Simeón vio con los ojos del alma, tenía seguramente una mirada profunda. Quizá una mirada atravesada por las lágrimas. Una mirada que habrá llorado muchas veces en la vida y que entonces con esas lágrimas fue limpiando la mirada para ver más claro y para descubrir entonces que ahí estaba el Niño Dios».

Para concluir con su alocución en el marco del Inicio pastoral del padre Gustavo Gil en Nuestra Señora de la Misericordia, Mons. García Cuerva comentó: «Querido Padre Gustavo, creo que sos un gran peregrino, tú corazón no está nunca quieto. Sos un hombre apasionado, alegre, entusiasta. Te propongo que como Simeón seas un hombre de esperanza, que al mismo tiempo sigas abrazando con la misericordia que te caracteriza tanta fragilidad. Que igual que Simeón no pierdas nunca el humor, la alegría y siempre a la vez, des desgracias a Dios por las cosas lindas de la vida, que sabes disfrutarlas».

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