Los jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires se juntaron a tomar mates con el arzobispo Jorge García Cuerva y compartieron una cálida tarde de música, charla y misa en la Catedral Metropolitana.

La Vicaría de Jóvenes preparó tres stands en la puerta de la Catedral; uno de gliter, uno del mate y otro con una urna para recolectar los sueños de la juventud porteña.

La Virgen de Luján los recibió en la puerta del templo junto al lema de la Jornada Mundial de la Juventud que se está llevando a cabo en Lisboa con el Papa Francisco.

La primera mateada de la tarde fue con Fernando Romero, autor de la canción «Muchachos» y catequista, quien aseguró a los jóvenes que «tienen algo valioso: su pasión», y los invitó a ser fuente de amor para el mundo a ejemplo de Jesús.

Mons. Jorge también se sumó a la ronda de mates, y los jóvenes aprovecharon para preguntarle por sus sueños, sus anécdotas y su relación con Jesús.

El Arzobispo recordó anécdotas y travesuras de su niñez, confesó que, además de su pasión por Ferro, también es de Boca y jugó al «¿qué preferís?».

Sobre sus sueños, el Arzobispo reveló que es uno que todavía le dura hoy desde su juventud: «sueño con un mundo mejor, donde todos seamos felices, hermanos, donde no haya excluidos».

Los jóvenes le preguntaron por su oración y Mons. Jorge les dijo que rezar es dialogar con Dios, llevarle los pedazos del corazón y de la vida y pedirle «Papá, ¿me lo armás?»

El Arzobispo también reveló que sueña con «una Iglesia joven protagonista, que se anime, profundamente alegre, que sueñe en grande, que no se conforme cuando le dicen «siempre se hizo así, que tome decisiones» y agregó «sueño con una Iglesia que sea casa de todos y todas».

Antes de levantar la mesa del mate para celebrar la misa, Jorge les pidió a los jóvenes «ayuden a soñar a los que ya no tienen ganas de soñar «.

Los jóvenes se acomodaron y todos juntos celebraron la Eucaristía en la que pidieron por los sueños de todos, unidos a los jóvenes de todo el mundo desde Lisboa.