Alejandro Braceras, presidente del Servicio Sacerdotal de Urgencia (SSU), falleció el viernes 20 de mayo a los 90 años de edad, confirmaron desde la institución de la que él fue uno de sus grandes impulsores.
“Murió como deseamos y esperamos los socios del servicio: en su casa, rodeado de su familia y con los sacramentos. Recibió la Santa Unción que durante tantos años el ayudó a administrar, y el Santo Viatico que siempre llevó en su auto durante sus guardias”, expresó el SSU.
“De todos modos, lo creemos ya en el Cielo, ayudado por todas las almas a las que él colaboró en su salvación”, agregó.
Braceras fue elegido presidente en 1954, con el SSU recién fundado, y permaneció en ese puesto en forma alternada, hasta hoy. “Fueron casi 70 años de labor fecunda, y logró cimentar y hacer crecer nuestra obra a lo que es hoy”, destacan desde la institución.
“Tuvo la virtud de dirigencia, sabiéndose rodear de hombres de los que sabía sacar lo mejor. Él mismo, como dirigente, organizó el manejo material y espiritual del SSU, dedicándole gran parte de su vida. Fue un verdadero ‘líder’, pero de profunda convicción religiosa, que supo trasmitir su carácter en los que lo rodeaban”, subrayan.
Durante este tiempo, creó la Federación del Servicio Sacerdotal de Urgencia de la Argentina, y por su intermedio se crearon más de 15 servicios en otras tantas diócesis del país.
Dirigente católico desde el colegio, actuó en la Acción Católica Argentina y en la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE). Inclusive, integró un grupo asesor económico del arzobispado de Buenos Aires.
Según el SSU, Braceras formó una familia numerosa, a los que inculcó valores trascendentes con su ejemplo. Sobresalió en su vida privada como empresario, como así también en el sector agropecuario y en hotelería.
“Lo recordaremos como un hombre de virtud inquebrantable, tenaz y emprendedor, con una voluntad firme, capaz de luchar enconadamente por sus valores cristianos. Adiós y gracias Alejandro”, concluye el SSU al hacer memoria de la labor de uno de sus impulsores.
Fuente: AICA