El miércoles 17 de diciembre se realizó la Santa Misa en la parroquia San Luis Gonzaga en el barrio de Monte Castro desde las 19:30 hs. Allí presidió la Eucaristía Mons. García Cuerva que, a la luz del Evangelio, destacó: “La lectura de hoy nos relata lo que son los antecedentes genealógicos de Jesús.”
Dios se encarnó en la historia
“¿Cuál es la impresión del evangelista cuando nos relata la genealogía de Jesús?”se preguntó luego el arzobispo de Buenos Aires y dijo: “ En primer lugar, descubrir una vez más que nuestro Dios es un Dios que se encarga de la historia, un Dios enamorado de la humanidad, y como está enamorado de la humanidad, se hace uno de nosotros de la misma manera que nosotros”.
Además explicó: “Nosotros también tenemos genealogía, tenemos pasado, antepasados, que también hicieron historia. En segundo lugar, nos habla también de un Dios que tiene raíces, no nació de un repollo, como tampoco nosotros. Es también fruto de un pueblo, y entonces hay raíces”.
Valorizar los antepasados
“En tercer lugar, es interesante y no vamos a hacer hoy, pero alguna vez leyendo un estudio mítico sobre la genealogía de Jesús, uno puede ir analizando personaje por personaje y hay algunos que son casi santos y otros que es para agarrarse a la cabeza y algunos que son hombres y mujeres de mucha gloria, pero también de mucho pecado” subrayó ante la mirada de la comunidad.
“Vivimos en una cultura donde parece que todo comienza con nosotros y por eso se desvaloriza tanto lo antiguo. No tenemos capacidad de crear un archivo y por eso nos resulta tan aburrido de los museos, porque en realidad lo analizamos en el pasado creyendo que todo empieza con nosotros” reflexionó Mons. García Cuerva.
Agradecer por quienes nos precedieron
Para concluir enfatizó: “Les propongo a la luz de este Evangelio que podamos quizá pensar en la propia genealogía. Somos fruto de la historia de mi pueblo, así es como fue Jesús. Pidamos hoy también por todos quienes nos precedieron en el camino de la vida, demos gracias por ellos. Quienes nos precedieron en la propia familia, quienes nos precedieron en nuestro pueblo, en nuestro país, quienes nos precedieron en la Iglesia. hoy en la misa, agradecemos por todos ellos”.