La Iglesia porteña continua celebrando los 10 años del ministerio papal de Francisco. Hoy Mons. Enrique Eguía Seguí celebró la Santa Misa y habló sobre «Evangelii Gaudium«, la alegría del Evangelio.

El Vicario General de la arquidiócesis se refirió al aporte del Santo Padre sobre la vida pastoral y evangelizadora de la Iglesia para este tiempo. Una identidad misionera sostenida por cuatro ejes fundamentales, relacionados entre sí, que fue desplegando sucesivamente a  lo largo de estos diez años.

En primer lugar la Misión Evangelizadora: «La Iglesia existe para evangelizar», dijo Monseñor recordando las palabras de San Pablo VI que fueron asumidas por el Papa Francisco, quien destaca que todos somos misioneros y discípulos de Jesús, cada uno según sus talentos y la madurez de su fe.

Seguido por la Misericordia: «Jesús vino a revelarnos un Dios de amor» y marcó la palabra que le gusta decir al Santo Padre: «Misericordeando«, porque evangelizar es amar misericordiosamente.

El tercer eje es la Fraternidad: existe un llamado universal a ser fraternos y es el fruto y resultado de la tarea evangelizadora en la misericordia para con los demás.

Por último, la Sinodalidad: como modalidad o estilo de vida de la iglesia. «Caminar juntos en la escucha», dijo Mons. Enrique, que destacó que una iglesia sinodal es un encuentro de todos los cristianos que siguen el ejemplo de Cristo.

Todos estos puntos son una preocupación y trabajo constante del Papa Francisco, quien a través de ejemplos y gestos nos muestra cuál es su ideal de la Iglesia para que sea misericordiosa y demuestre la fraternidad. «La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados», dice el Papa.

Para finalizar, Mons. Eguía invitó a sentirnos misioneros misericordiosos para construir la fraternidad en una iglesia sinodal. También le pidió a la Virgen María que sostenga con su mano maternal al romano pontífice.

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