Las peregrinaciones marianas de niños se realizaron este fin de semana bajo el lema «María danos tu alegría» en las cuatro vicarías, con el desplazamiento entre parroquias de niños y niñas de comunidades, colegios y movimientos, acompañados por sus padres, abuelos, catequistas y maestros.
Las calles de Buenos Aires se llenaron de pequeños peregrinos que caminaron por y para la Virgen bajo el sol de la tarde del sábado, con cantos y alabanzas a la Madre de Dios.
A partir de las 14:00 h., los más chiquitos de la Iglesia, se encontraron en el punto de partida de su Vicaría con cantos y juegos de bienvenida que ayudaron en la entrada en calor a la caminata con la Virgen.
Con la alegría de María como centro de toda la peregrinación, los niños y sus familias reflexionaron sobre cómo evangelizar con la propia vida con una actitud alegre que contagie la paz en el mundo.
Durante las peregrinaciones, los niños corearon vivas y cantos para María y dieron testimonio a todos los vecinos de sus barrios, llevando estampas y folletos de la Buena Noticia del SÍ de la Madre del Cielo.
Las comunidades unieron sus intenciones en el peregrinar, rezaron y bailaron en alabanzas a la Virgen, y pintaron de sonrisas los rostros de los caminantes y los testigos, llenando la ciudad de la alegría que contagia la mamá de Jesús.
Al llegar a la parroquia de destino en cada Vicaría, los peregrinos compartieron la celebración de la misa con el Evangelio de las bodas de Caná y con la invitación de llenar con el agua de la propia vida las vasijas para dejarse transformar en el vino de la alegría de Dios que permanece siempre.
Caminar juntos en la alegría de María, la mamá de Jesús que, llena de confianza, pidió a su hijo un milagro, y a los demás la fe en el poder transformador de Dios, fue lo que unió a los más chiquitos de la arquidiócesis en el fin de semana de celebraciones por el Día del Niño.
La inocencia, la dulzura y la alegría de los niños peregrinos y de la Virgen , dejan una estela de esperanza en toda la Iglesia porteña llamada a evangelizar caminando juntos, con la Buena Noticia de Jesús y la alegría de María en cada rincón y realidad de la Ciudad.