El amor que despierta la presencia de Cristo en el pan y el vino, se vio reflejada especialmente en los gestos y obras de las comunidades durante la Semana de la Caridad.

Del 03 al 09 de junio, la Iglesia porteña llevó a cabo la Semana de la Caridad con el acercamiento a las periferias de formas diversas.

Mientras el Movimiento de la Palabra realizó la donación de la colecta de la misa de Pentecostés a una comunidad afectada por un temporal en el Centro de Solano, las Religiosas Siervas de San José colaboraron con la propuesta de la Noche de la Caridad de Cáritas.

Los alumnos del colegio secundario San Miguel colaboraron para servir el almuerzo en el comedor Madre Camila de las Hermanas Pobres Bonaerenses.

Por su parte, la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza, organizó una colecta de alimentos para colaborar con Cáritas parroquial y una charla sobre la acción de Cáritas para los alumnos del secundario.

Del mismo modo, la Parroquia San José de Flores realizó visitas a geriátricos y enfermos para llevar la comunión, además de el servicio en la Noche de la Caridad y el comedor parroquial.

Asimismo, voluntarios de hospitales y Ministros de la Escucha acompañaron a una paciente del interior del país en su preparación para una cirugía en CABA, y un grupo de universitarios se organizó para visitar el hogar de Cáritas y ayudar en el servicio de ducha para hombres en situación de calle.

La Vicaría de jóvenes, en la previa de la Marcha de Corpus, plasmó los gestos de caridad de todas las comunidades en carteles que completaban la frase «denle ustedes…», que llevaron por las calles desde la Plaza Miserere hasta la Plaza de Mayo.

Muchos de estos y otros gestos, son realizados por las comunidades todas las semanas desde el anonimato de la entrega y el servicio, pero la Iglesia porteña quiso visibilizarlos especialmente en la Fiesta de Corpus Christi.