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Conferencia de prensa de Mons. García Cuerva por el fallecimiento del Papa Francisco

por prensa_admin

En la mañana del Lunes 21 de abril de 2025, día en el que falleció el Papa Francisco, Mons. García Cuerva, Arzobispo de Buenos Aires presidió la Santa Misa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Luego, desde las 10:30hs, se realizó una conferencia de prensa donde periodistas y medios de comunicación tuvieron la oportunidad de dialogar con el Arzobispo. 

Una vez presentada la conferencia de prensa y junto a los obispos auxiliares, Mons. Alejandro Giorgi, Mons. Pedro Cannavó, Mons. Iván Dornelles y Mons. Alejandro Pardo, el Arzobispo mencionó: 

“Buenos días a todos muchas gracias por estar aquí, ustedes saben que está en la sede de la arquidiócesis de buenos aires, arquidiócesis en la que nuestro querido cardenal Bergoglio, Papa Francisco ha sido arzobispo de buenos aires durante muchos años. De este lugar partió en el año 2013 creyendo que iba a regresar luego de aquella elección, de aquel cónclave de aquel año“.

Luego añadió: “Lo queremos recordar en este primer momento con la emoción que tenemos que es una mezcla de tristeza y de dolor por su partida. Al mismo tiempo agradecimiento por su legado y por su vida. Y en este contexto de la alegría pascual, por eso, casi diría que en el corazón los sentimientos son encontrados”. 

Un padre

Frente a la consulta de periodistas sobre el magisterio del Papa Francisco mencionó: “Creo que el legado de Francisco es un poquito esta experiencia que les compartía en la Misa de sentir que estamos un poco huérfanos. Huérfanos de padre, de un padre que amó profundamente a su país, que tuvo que aprender a ser Padre del mundo que, eso no debe ser nada fácil, y eso a nosotros los argentinos nos costó un poquito. Siempre yo usaba la frase: “A Bergoglio no lo hemos dejamos ser Francisco”. Quizá, entonces, el legado es asumir que es el Padre de todos”.

Al ser consultado respondió: “Por supuesto que todos lo vimos ayer y es verdad que había una gran dificultad para hablar pero también creo que se fue con la mayor de las alegrías. Él disfrutaba de estar con la gente, verlo ayer recorrer la plaza San Pedro creo que es lo más hermoso que habrá quedado en su mirada. En su retina. En su corazón. Y es lo que me parece que se llevó al cielo”.

Siempre en nuestra gente

También subrayó: “Creo que ahora el enorme desafío es nuestro. Yo también invité en la Misa que ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco. Me decían: “El Papa al final no vino a la Argentina” Es que creo que siempre estuvo, estuvo y está en nuestra gente y está en cada uno de nosotros si somos capaces de concretar, por ejemplo, esa unidad nacional y esa fraternidad universal a la que nos convocó. Creo que el Papa nos ha dejado un hermoso magisterio que creo que ahora depende de nosotros concretarlo.

«Entonces el poder vivir el compromiso con los más pobres, el poder vivir la atención especial a los marginados, el poder construir la cultura del encuentro y evitar la cultura del descarte y la indiferencia; todos conceptos muy de Francisco podrán ser concretos y reales en la Argentina dependiendo de cada uno de sus ciudadanos”. 

Para concluir con el espacio dedicado a la conferencia de prensa a periodistas y medios de comunicación presentes, Mons. García Cuerva, invitó a elevar una oración por el eterno descanso del Santo Padre


Conferencia de prensa de Mons. García Cuerva 

Buenos días a todos muchas gracias por estar aquí, ustedes saben que está en la sede de la arquidiócesis de buenos aires, arquidiócesis en la que nuestro querido cardenal Bergoglio, Papa Francisco ha sido arzobispo de buenos aires durante muchos años. De este lugar partió en el año 2013 creyendo que iba a regresar luego de aquella elección, de aquel cónclave de aquel año.  

Por eso me parece importante compartir con ustedes y através de ustedes, llegar a tantas familias y a todos nuestro pueblo para expresar, una vez más, el agradecimiento a Dios por su vida y como recordábamos recién, en la primera Eucaristía que celebramos, pensar en nuestro Santo Padre Francisco como el Papa de todos. El padre de todos. El Padre especialmente de los pobres y marginados. El padre de la misericordia y el Padre de la alegría. 

Y entonces con esas consignas es que lo queremos recordar en este primer momento con la emoción que tenemos que es una mezcla de tristeza y de dolor por su partida. Al mismo tiempo agradecimiento por su legado y por su vida. Y en este contexto de la alegría pascual, por eso, casi diría que en el corazón los sentimientos son encontrados. 

Estoy dispuesto a las preguntas, si quieren hagámoslo con el mayor orden posible. Y teniendo en cuenta el momento que estamos viviendo, evitar cualquier tipo de especulación, cualquier tipo de análisis si quieren, más partidista o llevarnos a temas que me parece que puede no ser este el momento o la ocasión. Pero en cuanto a lo que es la vida de Francisco, en cuanto lo que es su legado, en cuanto a lo que es su memoría, por supuesto muy dispuesto a responder. 

Al ser consultado sobre el legado del Santo Padre Mons. García Cuerva  aclaró

Creo que el legado de Francisco es un poquito esta experiencia que les compartía en la Misa de sentir que estamos un poco huérfanos. Huérfanos de padre, de un padre que amó profundamente a su país, que tuvo que aprender a ser Padre del mundo que, eso no debe ser nada fácil, y eso a nosotros los argentinos nos costó un poquito. Siempre yo usaba la frase: “A Bergoglio no lo hemos dejamos ser Francisco”. Quizá, entonces, el legado es asumir que es el Padre de todos. Que es el Padre de la Misericordia, recuerdo cuando convocó al Jubileo de la Misericordia en el 2015 e insistía con que “Dios es un padre bueno que nos ama a todos y no se cansa de perdonarnos”. Y que “Esa misericordia es la que tenemos que aprender a vivir entre nosotros”. 

El Papa y el Padre de la alegría, como les decía, su primer documento que tengo aquí presente: El Evangelii Gaudium que es un poco su plan pastoral, su documento programático es la alegría del Evangelio y nos insistió tanto con que podamos compartir la alegría del resucitado y justo se nos va un lunes de Pascua.

Y como también decía, el Papa de los pobres y de los marginados porque como cualquier padre ama a todos sus hijos pero presta atención al frágil, al enfermo, al más débil. Y por eso Francisco hasta el último momento insistió con las víctimas de las guerras. Como que había que prestar atención y terminar y ser artífices de paz. El tema de los migrantes, el tema de los enfermos, el tema de los ancianos. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado al Papa decir: “El mediterraneo se ha convertido en el cementerio del mundo”? Cuando se sabía de esas balsas que terminaban con mucha gente naufragando en el mediterraneo. Digo, su voz profética eso también es parte de su legado. 

Al preguntarle si mantuvo una comunicación en el último tiempo respondió: 

El Papa siempre fue muy reservado respecto al tema de su salud y casi, me permitiría decir, que casi no le gustaba hablar mucho de su salud. Cuando uno le decía: “Estás con tos o estás resfriado” eran temas que no se hablaban y en general, creo que a cualquiera de nosotros, muchas veces, no nos gusta hablar públicamente de nuestra salud. Yo las últimas veces que hablé con Él fue a principio de año, en ocasión de que nos mandabamos mails y nos escribíamos. Fue eso, fue una carta que recibí de Él hacia fin de año, principio de este año donde hablamos algunas cosas de la Arquidiócesis y bueno, el deseo de volver a encontrarnos. Fue simplemente eso. 

Por supuesto que todos lo vimos ayer y es verdad que había una gran dificultad para hablar pero también creo que se fue con la mayor de las alegrías. Él disfrutaba de estar con la gente, verlo ayer recorrer la plaza San Pedro creo que es lo más hermoso que habrá quedado en su mirada. En su retina. En su corazón. Y es lo que me parece que se llevó al cielo. 

Cuando le preguntaron sobre el mensaje de Bergoglio al país y de Francisco al mundo en clave sobre como podría leerse manifestó:

En primer lugar creo que ahora el enorme desafío es nuestro. Yo también invité en la Misa que ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco. Me decían: “El Papa al final no vino a la Argentina” Es que creo que siempre estuvo, estuvo y está en nuestra gente y está en cada uno de nosotros si somos capaces de concretar, por ejemplo, esa unidad nacional y esa fraternidad universal a la que nos convocó. Creo que el Papa nos ha dejado un hermoso magisterio que creo que ahora depende de nosotros concretarlo. Entonces el poder vivir el compromiso con los más pobres, el poder vivir la atención especial a los marginados, el poder construir la cultura del encuentro y evitar la cultura del descarte y la indiferencia; todos conceptos muy de Francisco podrán ser concretos y reales en la Argentina dependiendo de cada uno de sus ciudadanos. De todos es el compromiso.

Sobre una comunicación con las autoridades nacionales explicó: 

Respecto a las autoridades nacionales se han comunicado conmigo autoridades del gobierno nacional. No directamente el presidente pero sí otras autoridades. Acuerdense yo soy el Arzobispo de Buenos Aires pero la Iglesia Argentina tiene sus autoridades que es la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal presidida por Mons. Colombo. Así que es él, de alguna manera, la autoridad nacional de la Iglesia. Pero como Arzobispo de Buenos Aires, yo recibí las condolencias de muchos miembros del gobierno nacional y del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Por lo que significa que esta es la sede del gobierno nacional y, por otro lado, ha sido la Iglesia de Bergoglio. 

Al ser consultado sobre la manera en que se enteró de la noticia dijo y lo que le faltó a la sociedad argentina para entender sus mensajes dijo:

Yo me enteré porque, ustedes saben que durante la Semana Santa la actividad de los sacerdotes es mucho más intensa que el resto del año, así que anoche después de la última Eucaristía que celebre en el barrio de Chacarita, llegué a mi casa, cené algo y me acosté. Y me desperté a la madrugada y me llamó la atención que el celular prendía la luz, con lo cual, alguien estaba llamando, mandando mensajes y fue efectivamente a las 3 de la mañana que empecé a recibir mensajes de que el Papa había fallecido. Prácticamente me enteré como la mayoría de todos nosotros. 

Respecto a lo segundo que me preguntas yo creo que en realidad lo que nos faltó es esto, no solamente prestarle atención a su magisterio, sino también leerlo a Francisco. No quedarnos en la chiquita. Siempre Francisco  nos invitó a soñar en grande, a no tener ni vuelos rastreros ni quedarnos en el chiquitaje. Recuerdo algún discurso de él a los jóvenes en Colombia. Y creo que eso nos viene bien a nosotros también ¿Cuántas veces lo hemos analizado al papa según si le sonreía o no al presidente de turno en una foto? Y cuando uno ha podido compartir con Èl un poco más y toma dimensión de que ha sido un líder mundial decimos: “El Papa juega en las ligas mayores” y nosotros estábamos discutiendo sonserias, entonces, creo que tendríamos que entre todos tener un profundo acto de humildad y reconocer que se nos fue un grande que todavía estamos a tiempo de poder reconocerlo. Básicamente porque como respondía antes, podemos concretar, vivir su magisterio, su enseñanza en la Iglesia Argentina y por supuesto en la sociedad Argentina. 

Sobre su posibilidad de venir al país y los cambios más importantes dentro de la Iglesia mencionó:

Sinceramente las veces que estuve con Él allá en Roma o las veces que también pude hablar por teléfono o que nos escribíamos yo nunca hablé del tema de su visita a la Argentina. Lo que yo siempre sabía era de sus ganas porque era lo que expresaba públicamente pero yo directamente hablar con él el tema no lo he hablado nunca. Por respeto, me parecía que no me correspondía a mí hablar del tema. Respecto a que es lo que nos deja así como Iglesia, como reforma en la Iglesia me parece que primero ha sido un Papa cercano, un Papa humano que iluminó con el Evangelio las realidades más complejas que le tocaron vivir. Iluminó con el evangelio las realidades de los migrantes. Iluminó con el evangelio la realidad del tema ecológico. Recuerden la encíclica Laudato Sí sobre la casa común, instalar ese tema. 

Me parece que nos dejó una Iglesia en diálogo con el mundo, una Iglesia que dialoga con el mundo, con la diversidad, que puede encontrarse con todos. Me parece que nos deja también lo que significa una Iglesia austera. Una Iglesia que quiere comprometerse, como Él decía: “una iglesia pobre para los pobres” y él poder empezar a vivirlo en carne propia para después anunciarlo al mundo. 

Me parece que nos deja el hermoso mensaje que les dio siempre a los jóvenes. De que sueñen, de que sueñen en grande, de que vivan con garra, con entusiasmo, con pasión. Les decía a los jóvenes “El mundo necesita de ustedes, el mundo necesita de jóvenes audaces” por eso la famosa frase que hizo tanto ruido en algún momento y que tanto nos gustó: “Hagan lío”. 

Me parece que nos dejó el mensaje en la última Jornada Mundial de la Juventud que fue aquel mensaje, que fue: “En la Iglesia hay lugar para todos, para todos, para todos”. Repito esto: La última jornada mundial de los jóvenes en Portugal el Papa Francisco insistió en varios momentos y les decía a los jóvenes que lo repita cada uno en su idioma: “En la Iglesia hay lugar para todos, para todos, para todos” como cuatro o cinco veces. Ese también me parece que es parte del legado. Y me parece que eso no tiene retorno. Es decir, me parece que el desafío hacia delante es seguir siendo esa Iglesia que tanto el Papa soñó y entregó la vida por eso. 

Al mencionar las actividades de la catedral y lo que esta previsto desde el Arzobispado mencionó: 

Lo que nosotros estamos planteando en este momento en la Arquidiócesis de Buenos Aires es lo siguiente: por un lado en todas las parroquias de la ciudad es celebrar las misas de horario como están invitados todos los fieles en los distintos barrios, en cualquiera de nuestras parroquias. Y ahí seguramente los párrocos irán organizando las actividades. 

La catedral de Buenos Aires permanecerá abierta durante el día teniendo en cuenta que ha sido la sede del Cardenal Bergoglio y aquí va haber Eucaristías también que se van a celebrar al mediodía 12:30hs y 17:30hs. 

Cuando tengamos una fecha más concreta de lo que es el sepelio del Santo Padre haremos también aquí las celebraciones oficiales a las que invitaremos a las autoridades nacionales, a las autoridades del gobierno de la ciudad y al cuerpo diplomático. Esto yo lo he hablado también con el Nuncio Apostolico que me llamó hace un rato. 

En concreto hoy a la tarde, a las 19hs yo voy a celebrar la Misa en la Basilica de Flores. Ustedes saben que esa basílica de San José de Flores sobre la avenida Rivadavia ha sido un lugar muy importante en el camino espiritual de Francisco. Aquel fue su barrio. Aquel fue el lugar donde se crió pero también en aquella Iglesia donde sintió el llamado vocacional. Así que hoy a las 19 hs voy a celebrar la Eucaristía allí. 

Enviando un mensaje sobre la Pascua  y respondiendo sobre los cardenales del país expresó: 

Comienzo por el final, los cardenales convocados son el Cardenal Poli, es Obispo Emérito de la Ciudad de Buenos Aires. El Cardenal Rossi de Córdoba. Está el Cardenal Víctor Fernández que está allí, que es el prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe. Y el Cardenal de Santiago del Estero, el Cardenal Bokalic. Esos son los cardenales convocados. Porque después, por ejemplo, está el Cardenal Villalba, pero es mayor de edad. Acuérdense que es Cardenal Elector hasta los 80 años.

Respecto al tema de la fecha, ustedes saben que la Pascua es una fiesta tan importante para los cristianos que se habla de una octava de Pascua. Es decir, durante ocho días es Pascua. Durante ocho días es Pascua. Con lo cual, hoy estamos celebrando la misma Pascua de ayer, de alguna manera, para decirlo en fácil. Yo creo que el mensaje es, lo que decía en la Misa también, ni la muerte tiene la última palabra. Creemos que Jesús resucitó, que vive para siempre. Él es la razón de nuestra alegría y de nuestra esperanza. Y de algún modo sabemos que Francisco se nos adelantó. Se nos adelantó en el sentido que está experimentando y viviendo la vida eterna, a la que creemos que vamos a llegar nosotros. 

Hay una lectura del Evangelio que dice que el cielo es una casa grande donde hay lugar para todos. Con muchas habitaciones. Bueno, creemos que la casa grande del cielo ya tiene un lugar para Francisco y lo tendrá para nosotros en algún momento. Entonces, celebramos la Pascua con alegría, pero para llegar a la Pascua transitamos el dolor de la muerte, como lo hemos vivido en estos días, celebrando el Viernes Santo y después llegando a celebrar el Domingo. Así que, como decía al comienzo, sentimientos contradictorios. 

Respondiendo a la consulta sobre la continuidad de la Iglesia y legado del Papa aclaró: 

No hubo falta de presencia. Yo sentí la presencia de Francisco más que nunca. Lo que no hubo fue una presencia física, porque es verdad que él no viajó al país, como tampoco viajó a otros países muy fuertes, si quieren, para la Iglesia Católica, por ejemplo, España. El Santo Padre no viajó a España. Y eligió visitar los países más periféricos. Recordemos tan solo, creo que ha sido su último viaje, el viaje a Timor Oriental, a Papúa Nueva Guinea. No, digo, es como muy fuerte imaginarnos un hombre de más de 86, 87 años, cuando tenía en ese momento viajando a esos países, ¿no? Digo, la opción siempre de Francisco por la periferia. Entonces, digo, lo que no ha habido es presencia física, pero yo creo que ha habido una presencia, aunque sea para discutirlo, lo tuvimos siempre presente. 

Eso me parece. Y en el hacia adelante, confiamos en la obra del Espíritu Santo. Digo, así como alguna vez el espíritu a través de los cardenales nos regaló un Francisco, bueno, ¿por qué no seguir creyendo que que nos va a regalar un gran papa? Digo, no no es no es momento tampoco para pensarlo, pero sí, confiar en que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo, y entonces, por lo menos para los cristianos, que haya mucha paz, aunque el futuro sea incierto. 

Al recordar con qué imagen del Papa como persona se queda dijo: 

Cuando cuando se supo mi nombramiento en la arquidiócesis de Buenos Aires, eso generó mucho ruido. Yo decía en aquella época mis padres, mis amigos, la gente de las comunidades con las que había compartido veinte años sabían quién era yo. Eso me da un poco de paz. Pero es duro cuando a uno lo lo tratan mal o dicen cosas que no son verdad. Y a veces hay crueldades que que hieren mucho. Y él me llamaba todos los días, en aquellos días. Y me decía: “No pierdas el buen humor y acordate, Dios es más grande”. Y cortaba. Y al otro día volví a llamarme y me decía: “No pierdas el buen humor y Dios es más grande, quédate tranquilo”. Y cortaba. Y así fue todos los álgidos de aquel tiempo. Bueno, eso. Hay mucho más, pero. Ya está.

Respondiendo sobre qué le dejó Francisco al clero subrayó:

Yo lo decía también en la eucaristía, en la Misa. Ustedes saben que el jueves tuvimos la misa Crismal, que es la misa en la que los sacerdotes renovamos las promesas sacerdotales. Aquí en Buenos Aires nos reunimos más de cuatrocientos sacerdotes en la iglesia de San Ignacio, acá cerquita, una Iglesia muy antigua, y desde allí hicimos una caravana, una procesión para rezar por nuestro país, y lo hicimos frente a la casa de gobierno, para rezar por la Iglesia Argentina, en el pasado lo hicimos frente al cabildo, simbólicamente, y frente a la catedral, para rezar por el futuro. Y después entramos a la misa. 

Y en la iglesia de San Ignacio, el Papa nos había enviado a todos los curas, las estolas del jubileo de la esperanza. Las estolas es esta que usan acá como una bufanda que usamos en el hombro, que expresa un poco al pastor, el pastor que carga a las ovejas y que sale a buscar a las ovejas más alejadas, a las ovejas más marginadas, a las ovejas perdidas, como dice el Evangelio. 

Creo que el Papa, entonces, voy a tomar como ejemplo lo que pasó el jueves pasado, para decir, por un lado, agradecerle una vez más su regalo para el clero de Buenos Aires, en el regalo de la estola nos está diciendo, sean pastores, pastores cercanos a la gente, pastores con olor a oveja, como decía aquella frase tan conocida. Pastores que salen a buscar a las ovejas perdidas, no pastores que se quedan en la sacristía peinando ovejas conocidas, sino a salir a buscar a los que no están. Curas callejeros, de hecho, hicimos aquella recorrida, que vuelvo a insistir, solamente como símbolo, pero curas en la calle, curas alegres, que le podamos decir a nuestra cara que Jesús se está resucitado. Curas austeros, porque tenemos que vivir también con la pobreza evangélica y hermanos, de eso yo también hablé en la Misa Crismal, tomando también alguna expresión de Francisco. 

En su último documento, que se llama Dilexis Nos, que es una encíclica que escribió a fin del año pasado sobre el amor humano y el corazón de Jesucristo, en esta encíclica el Papa dice que todos tenemos que darle el dominio político de nuestros vínculos al corazón, fíjense que lindo. El dominio político de nuestro corazón, como diciendo, si le damos el dominio al corazón, el corazón que ama va a ser un corazón que perdone, un corazón que reconozca que el otro es el hermano, un corazón que reconozca que nos tenemos que dar otra oportunidad, y de eso también hablamos, que al clero también nos dejaba ese mensaje, que le demos el dominio político al corazón y que seamos más unidos, así que curas callejeros, curas pastores, curas cercanos,  que se traten bien y se quieran, porque somos parte de la misma familia. 

Reflexionando sobre el legado del Papa al pueblo Argentino acleró: 

No, yo no me voy a atrever a decir si fuimos o no injustos, lo que siempre recuerdo en ocasión de que sos de Caleta Olivia, yo fui obispo de Río Gallegos durante cinco años, mi última carta pastoral en Río Gallegos, unos meses antes de venir a Buenos Aires, se llamaba, “A 10 años del pontificado de Francisco, menos aplausos y más compromiso”.

Como diciendo, todos decíamos, lo conozco al Papa, bautizó a mis hijos del Papa, me lo crucé en el subte al Papa, pero no sé si realmente lo leíamos, lo escuchábamos a él. Entonces en ese sentido creo que, como dije, estamos a tiempo y creo que lo tenemos que hacer ahora, si es que no lo hicimos en su momento, hay que tener mayor compromiso con sus enseñanzas y concretarlas. 

Retomando los conceptos sobre su pontificado mencionó:

A ver, nos toca a todos, por eso digo, miren, a veces nosotros creo que tenemos un poquito una actitud un poco adolescente, no siempre la culpa está afuera, siempre la culpa es del otro. Yo creo que acá,el compromiso de cada uno desde su rol, desde su compromiso, desde la misión que cada uno tiene. Yo, arzobispo de Buenos Aires, ¿En qué me comprometo a hacer realidad el magisterio de Francisco? Y esa pregunta me la hago yo, se la tendrán que hacer los auxiliares, se la tendrán que hacer los laicos de las comunidades parroquiales, la dirigencia política, la dirigencia empresarial, ustedes como medios y periodistas, ¿Qué puedo hacer yo? Lo que tenga que hacer el otro problema del otro, ¿Qué tengo que hacer yo? Porque si no, nos quedamos en el discurso. Me parece que está bueno pensar cada uno. Yo, arzobispo de Buenos Aires, ¿Cuál es mi compromiso para hacer realidad el magisterio de Francisco? En tu caso, ¿tu nombre es? Francisco, mira, justo encima. Francisco, yo te dejo la pregunta, ¿Qué tendrás que hacer vos para…? Después veremos qué tiene que hacer el empresario, el político, el farmacéutico de la esquina y el quiosquero. ¿Pero qué tengo que hacer yo, cada uno de nosotros, para hacer realidad el magisterio de Francisco? 

Y después, por supuesto, empezar a organizarnos para que verdaderamente sea perdurable, ¿no? Que sea algo que perdure en el tiempo. Entonces, me parece que en ese sentido es una revisión personal para después una revisión social o colectiva. 

Sobre la cercanía del Papa al pueblo fiel de Dios mencionó: 

Como dijiste vos, nos dio la bendición Urbi Torbi, que es la bendición al mundo, la bendición de la Pascua, con un mensaje que no leyó él, pero que es un mensaje contundente, que vale la pena ser buscado y revisado, donde vuelve a ser profeta, con su pequeña voz, aunque no lo leyó él. Insisto, si lo hubiera hecho él, creo que nos lo hubiera dicho con esa voz que tenía, muy débil en el último tiempo. Y después se dio ese baño de pueblo. Él, cuando yo estaba allá, él podía subir como muy serio al papamóvil después de alguna palabra, algún discurso, o de lo que llamaban las audiencias públicas, y vos lo veías que en el papamóvil se incendiaba, se llenaba de alegría y empezaba a saludar a la gente, y agarraba a los bebés, y reconocía gente a la que saludaba. 

Bueno, y yo creo que por eso digo, ese gesto de estar entre la gente, en definitiva, creo que es lo más maravilloso que nos dejó, y creo que, de alguna manera, fue un hermoso regalo que, sin saber, quizá, la gente le hizo en su último día de vida. 

A partir de su experiencia personal y sobre los gestos de Francisco a la Iglesia 

El primer momento, su primer viaje al exterior de la Ciudad del Vaticano, que fue a la isla de Lampedusa, una isla que está casi perdida en el Mediterráneo, por lo menos para los argentinos, era no conocida. Y en esa isla el Papa habló fuertemente y denunció que el Mediterráneo se había convertido en el cementerio del mundo por la cantidad de naufragios que se daba de gente de África que buscaba una mejor calidad de vida y que quería cruzar a Europa y terminaban a mitad de camino hundidos en el mar. Fuerte. 

La segunda, cuando en el 2015, en enero del 2015, estuvo en Filipinas y en Filipinas hubo un tifón, un temporal brutal que arrastró muchísima gente y murieron. En un encuentro con los jóvenes el Papa dialoga con los jóvenes y una niña que estaba pensado le pregunta ¿Por qué el tifón que había muerto toda su familia?. Y el Papa deja de lado los papeles que tenía en la mano con su discurso y le comienza a hablar a ella como si fuese un padre y le dice al mundo le hace falta llorar, al mundo le hace falta llorar tanto dolor, tanto sufrimiento, nos hace falta mirar la cruz y frente a preguntas como la tuya no hay respuesta. Pero sí está el silencio de estar juntos y de acompañarte y después le da un gran abrazo. Y me parece que ese es otro momento como fuerte.

Y el tercer momento se me ocurre bueno, el momento de la pandemia. Esa plaza vacía, que están ustedes en marzo del 2020 y él ahí rezando y siendo la voz de todos, una voz que clamaba al cielo y que rezaba y llovía y lo hacía frente a esa imagen de ese Cristo del siglo XVI que está en la Iglesia de San Marcelo ahí sobre la vía del Corzo que lo había hecho llevar hasta el Vaticano y después dándonos la bendición con la Eucaristía. Me parece que ahí fue él que recogía el clamor de toda la humanidad por favor, que termine la pandemia.

Esa imagen de él ahí fue impactante. Yo diría esos tres, después tengo los tres míos, pero me parece que y cada uno los tendrá, por favor. Igual creo ser injusto, porque es lo que en este momento sale a mi corazón pero entiendo que su magisterio y su pontificado y su testimonio de vida a lo largo de los 12 años fue más que impactante. 

Sobre el mensaje de Francisco a sectores de la sociedad que en él se veían reflejados respondió: 

Creo que porque él insistió con el diálogo porque siempre nos insistió con esto de las periferias existenciales esto de llegar a todos y entonces, bueno, como que aquellos que se sentían más marginados se sintieron interpretados por él. Me parece que básicamente por eso porque quiso llegar justamente a todos y toda su enseñanza y todo su testimonio fue en esa misma línea, ¿no? Digo, esto de abrazar a los más pobres, esto de estar cerca de los enfermos. 

Recordemos que el jueves santo en la cárcel Regina Chelis parece que hubiera pasado un montón. Hoy está en el cielo un tipo que estuvo el jueves y seguramente disimulando su estado de salud porque ahora nos damos cuenta que estaba peor de lo que creíamos pero el jueves estuvo en la cárcel no quiso dejar de estar aunque sea. Dijo, “No puedo lavar los pies pero quiero estar como lo he estado siempre”. Entonces me parece que los que sufren siempre se sintieron interpretados por él y con su testimonio, no solamente con su voz, sino con su testimonio los acompañó de cerquita. 

Gracias a todos una vez más y les propongo, más allá de nuestra Fe, ustedes saben que el Papa siempre decía, recen por mí. Y decía la gente, “Si tenés fe, reza por mí. Y no en contra, eso también aclaraba”. Se lo escuché decir eso a varios. Y después decía, “Y si no tienen fe, igual tirame buena onda”. Yo les propongo ahora que hagamos una oración por el papa, porque tanto nos pidió que recen por mí. Bueno, rezar por su eterno descanso y los que no tengan fe, igual pedirles el respeto y que le tiremos buena onda como nos pedía él también. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Señor Jesús, te pedimos que recibas en el cielo al Papa Francisco, a nuestro padre, te pedimos que le concedas la paz y la luz que no tienen fin y a nosotros el consuelo en este momento difícil. Te lo encomendamos a nuestra madre, a la que siempre lo tuvo tan de cerca y siempre le fue tan devoto.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, ruega por nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Muchas gracias y recuerden aquellos que quieran, hoy a las 19 horas celebramos la Misa en la Basílica de Flores. Por supuesto, la catedral permanece abierta. Agradecerles a todos los medios sepan disculpar que no hemos podido hacer atención personal con algunos, pero porque desgraciadamente el tiempo no nos da, pero a veces tampoco el estado anímico como para responder a todos. 

Gracias de corazón. 

 

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