El pasado fin de semana se celebró el tercer encuentro de “Viejo son los trapos”, una propuesta que busca revalorizar el rol de las personas mayores en la sociedad y desafiar los prejuicios asociados a la vejez. El evento, cubierto por el canal Orbe 21, reunió a adultos mayores, familiares y jóvenes en un espacio de diálogo intergeneracional, donde la experiencia y la memoria se convirtieron en protagonistas de historias cargadas de fe y esperanza. La transmisión permitió visibilizar testimonios que resaltan la importancia de la presencia activa de los mayores en la vida comunitaria y eclesial.
Tercer encuentro
Durante el encuentro, se compartieron relatos personales que pusieron en primer plano el valor de las raíces, la transmisión de la fe y la sabiduría acumulada a lo largo de los años. Los participantes reflexionaron sobre cómo la cultura contemporánea tiende a privilegiar la juventud, relegando a los adultos mayores a un segundo plano, y cómo la Iglesia invita a redescubrir la riqueza de la vida en plenitud, sin importar la edad. En este sentido, “Viejo son los trapos” se presentó como una respuesta comunitaria a los estigmas, promoviendo una mirada inclusiva y respetuosa hacia la vejez.
Aporte a la comunidad
El canal Orbe 21, fiel a su misión de abordar la actualidad bajo la luz del Evangelio, brindó una cobertura cálida y cercana del evento, destacando la dimensión espiritual de la jornada. La programación especial incluyó entrevistas, momentos de oración y música, creando un clima de encuentro donde la fe se entrelaza con la vida cotidiana de los adultos mayores. Así, la pantalla se transformó en un puente para que las nuevas generaciones escuchen y aprendan de quienes han transitado largos caminos y conservan el deseo de seguir aportando a la comunidad.
Pilares de familia y sociedad
Este tercer encuentro de “Viejo son los trapos” reafirmó que la vejez no es sinónimo de inutilidad ni de aislamiento, sino una etapa de plenitud y servicio. Como bien expresaron varios de los presentes, “viejo es el que pierde la esperanza”, mientras que quienes mantienen viva la fe y el amor por los demás son testimonio de que la vida siempre puede renovarse. La Iglesia, a través de iniciativas como esta y del acompañamiento de medios como Orbe 21, continúa alentando a valorar, escuchar y acompañar a los adultos mayores, reconociéndolos como verdaderos pilares de la familia y la sociedad.
