El miércoles 5 de febrero se realizó la Fiesta de Santa Águeda en la parroquia Santa Lucía en un clima de profunda alegría y fraternidad. Esta festividad encontró a toda la comunidad en oración y comunión con el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva quien presidió la Santa Misa desde las 19:00hs. 

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Frente a una cantidad importante de feligreses que se acercaron a celebrar la Eucaristía en conmemoración de Santa Águeda, las cámaras de Canal Orbe 21 captaron la emoción y alegría de compartir en comunidad la fiesta de esta Martil. 

A la luz del Evangelio Mons. García Cuerva destacó en su homilía: «Cuando hoy a la mañana rezaba y leía un poquito algo de la historia de Santa Águeda, pensaba de dónde sacaba fuerza para ser capaz de entregar su vida hasta el final y ahí me acordé que estamos celebrando el año jubilar de la esperanza y la esperanza de los cristianos la esperanza de Águeda no estaba puesta en sus propias fuerzas, estaba puesta en las promesas de Dios ». 

Luego agregó: «Seguramente había un poco de miedo, seguramente había una ilusión de que quizá la salvaran a último momento pero ¿Cómo esa mujer joven tan frágil pudo seguir hasta el final y entregar su vida por amor a cristo? Fue porque había puesto toda su esperanza en la fortaleza de cristo no en su propia fuerza sino en la fortaleza de Jesús en ese Dios que no abandona» 

Además contemplando la diferencia entre la persona optimista y la persona esperanzada enfatizó: «El esperanzado sigue con esperanza porque la fuerza no la pone en él, la pone en Jesús. Él fue la fortaleza de Águeda y Él hoy es nuestra fortaleza. Por eso hoy nos acercamos a Santa Águeda con toda nuestra fragilidad, con todos nuestros miedos, con todas nuestras preocupaciones, con todas nuestras tristezas, con nuestras enfermedades y debilidades». 

Para concluir destacó: «Vamos a poner de nuevo nuestra esperanza en Él que es nuestra roca y que es nuestro baluarte. Lo fue para Águeda y por eso fue capaz de entregar su vida».