En el programa Poliedro, emitido por la señal de Canal Orbe 21, la conductora Gabriela Laschera dialogó con Alberto Zimmerman, referente de la DAIA en el marco del fallecimiento del Santo Padre Francisco. En esta entrevista emotiva y profunda el entrevistado recordó su vínculo con el Papa Francisco, los aportes que hizo para el diálogo interreligioso y su lucha por la paz en el mundo.
Abierto al dialogo
Sobre sus primeros contactos con Mons. Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, mencionó: “En el año 98, yo trabajaba voluntariamente, como muchos judíos lo hacemos, para una organización de derechos humanos del judaísmo. Entonces fuimos a verlo a Monseñor Bergoglio para pedirle que nos diera la catedral. Y él nos recibió, recibió a toda la delegación. Yo era uno más, era un pinche”.
Luego añadió: “Bergoglio venía trabajando desde hace mucho tiempo en el diálogo judeo-católico. Todo el mundo se le acerca a saludarlo. Yo también me acerco y, como les dije, mis debilidades son más fuertes que yo. Me acerco y le digo, `¿Sabe una cosa? Usted siga así´ -le digo- `Y pronto le consigo el título de rabino. Agárrame, dice, Alberto, usted siga trabajando así y yo lo hago como un señor en poco tiempo. Fue su respuesta. Bueno, esa fue la bisagra de que la forma de acercarnos era a través del humor”.
La misericordia y el perdón
Al recordar un punto de inflexión en su vínculo destacó: “Empezamos a encontrarnos en distintos eventos, donde yo siempre los saludaba más amablemente. Hasta que dos años después, los judíos tenemos una ceremonia que se llama selijot, que quiere decir `disculpa´. Hizo un speech que está en los canales que el arzobispado tiene de los discursos de Bergoglio. Me pareció una pieza magistral sobre lo que es la disculpa y lo que es el perdón. Perfecto. Me pareció brillante. Cuando termina, todo el mundo se le acerca. Bueno, yo ya venía trabajando desde hace mucho tiempo en el diálogo judeo-católico”.
También explicó: “Empezamos a escribirnos, yo le escribía todos los viernes y él me contestaba los sábados a la mañana o los domingos a la una de la tarde ese era nuestro horario. Y ese fue el mecanismo por el cual nosotros mantuvimos ese contacto permanente durante todo el tiempo y que fue incrementándose como toda relación humana fue incrementándose con el tiempo es decir fue profundizando cada uno hablaba de sus temas la diferencia de otras personas”.
Lucha por la paz
Ponderando los dones que el Santo Padre tenía subrayó: “La capacidad de síntesis que él tenía así para mí era envidiable si yo no podría tener este programa tengo pocos minutos y no sé todo cómo hacer para contar él tenía un mundo para la humanidad. Usted podía estar de acuerdo con algunas cosas no de acuerdo con él, él respetaba, él hizo cosas para la humanidad que son únicas no solamente para el judaísmo para el islam fue a la universidad creo que lo destaca muy poca gente. Él fue a la máxima universidad del islam y se puso a disposición habló con el rector impactaron la importancia de la paz y el amor y la fraternidad al supremo creador”.
Para concluir su alocución mencionó: “Lo último que hizo el último domingo fue pedir por la liberación de los secuestrados por el fin del antisemitismo y por la liberación de los 59 secuestrados también pidió por la paz por el cese de fuego pero bueno ojalá que póstumamente no es todos esos pedidos porque incluyó también a todos esos lugares de dolor en el mundo”.
