El pasado domingo 22 de diciembre se realizó la Santa Misa en la Capilla Histórica del Peristilo, ubicada en el Cementerio de la Chacarita. La misma fue celebrada por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva ante un número importante de feligreses que se acercaron a compartir la celebración. También estuvieron allí las cámaras de Canal Orbe 21 que capturaron diferentes momentos en una mañana soleada.
A la luz del Evangelio, Mons. García Cuerva expresó: “María salió y fue sin demora a la casa de Isabel, este gesto de salir de sí misma y dar una a alguien que la necesita que es Isabel es un signo de esperanza, un signo de esperanza que podemos vivir en el tiempo de navidad que se avecina. Ser capaces cada uno más allá de las propias dificultades, problemas, de salir de nosotros, de no victimizarnos y pensar en tener un gesto concreto en esta navidad de visita”.
En su alocución, con respecto a la visita de María a Isabel subrayó: “Es una visita con mucho respeto porque dice que entra y la saluda, con lo cual, entró con respeto, saludo, del mismo modo que entró a su casa debe haber entrado a su corazón. Esa visita provocó gran alegría en Isabel, una mujer que necesitaba ayuda, consuelo porque era mayor, primeriza, con lo cual todos los riesgos y posibilidades de que su embarazo no termine bien”.
Como tercera clave en su homilía Mons. García Cuerva manifestó: “Les propongo dejarnos visitar por María, que nosotros también le podemos decir a la virgen ¿Quién soy yo para que la madre de mi señor venga a visitarme? pensemos en aquella parte de mi vida de mi corazón que se parece al pesebre de verdad, aquella parte de mi vida que es oscura, aquella parte de mi vida que me da vergüenza, aquella parte que no me gusta, que me duele mucho y ahí pedile a la virgen que te visite”.
Para concluir, el Arzobispo mencionó: “Dejemos que la virgen venga a visitarnos a cada uno de nosotros, que nuestro corazón sea un pesebre donde la virgen venga y acueste al niño. Ella te ama, abrirle la puerta del corazón y que entre, dejala a ella que te ayude a barrer tu mugre, dejala a ella que te ayude a ordenar tu desorden, dejala a ella que te deje iluminar tus oscuridades”.