Jóvenes de más de 5 comunidades de la vicaría Devoto se encontraron el Jueves Santo en la parroquia Inmaculada concepción de Devoto para compartir un momento de oración y reflexión.
La noche, fría y lluviosa, recibió a los jóvenes de Fasta Catherina, el colegio Santo Tomás de Aquino, y las parroquias Dulcísimo nombre de Jesús, Nuestra Señora del Carmen de Urquiza, y Nuestra Señora de la Anunciación. El templo los esperaba iluminado con luces tenues y los bancos dispuestos para una adoración al Santísimo.
Una noche de comunidad entre jóvenes
Al ingresar, cada joven recibió una pequeña gema para preservar. La música del coro introdujo un clima de silencio y oración. El obispo auxiliar Mons. Iván Dornelles expuso el Santísimo en el punto central del templo. Con la mirada centrada en Jesús, los jóvenes acompañaron a Jesús después de la última cena.
Agustín Oriono y Diana Giordano, dos jóvenes e la parroquia Dulcísimo nombre de Jesús, compartieron su testimonio. Caminar sin rumbo, la búsqueda de sentido, el amor de entrega, los dolores de la vida, los anhelos del corazón. Sus historias invitarona los jóvenes a reflexionar y preguntarle a Jesús: «Jesús, ¿qué querés de mí? ¿qué proyecto tenés para mí?»
El camino de la vida tiene diferentes piedras, unas grandes, otras pequeñas, unas lindas, otras difíciles de llevar o de sortear. Esta fue la imagen con la que invitaron a los jóvenes a qué pensaran cuál era su piedra hoy, qué dolores, dificultades, nahelos y alegrías llevaban en el corazón. Piedras como aquella gema que recibieron al iniciar la oración
Un abrazo que sana
El Arzobispo Jorge García Cuerva también acompañó a los jóvenes en este momento de oración: «Por eso, porque nos ama mucho, porque con Él tenemos confianza, porque nos conoce, te quiero invitar a que abras tu corazón que le digas a Jesús que lo dejés entrar, que entre Jesús a tu casa, a tu corazón así como está».
«Lo que mas quiere Jesús es que seas feliz. Lo que mas quiere Jesús es que disfrutes de tu vida. Lo que mas quiere Jesús es que viva a fondo que tengas sueños, que tengas ganas. Que sepas la mayor alegría está en darnos, en jugarnos la vida por los demás«, les recordó a los jóvenes el arzobispo.
Mientras, las gemas de los chicos tinteneaban contra el suelo y los bancos. Signo de que esas piedras mueven el corazón e impulsan a buscar el consuelo y el amor de Jesús.
Pascua Joven, un encuentro personal con Jesús
El Santísimo se acercó a los chicos en brazos del Arzobispo. Con cantos y miradas profundas, lo adoraron, le confiaron sus alegrías y su miedos, sus sueños y sus pesares. Así inicaban su encuentro de Pascua Joven, desde diferentes parroquias y comunidades, pero reunidos en la noche de la Cena del Señor para acomparlo a Jesús en esos momentos oscuros.
Con el sueño de ser cada año más y más jóvenes reunidos en trono a Cristo, cada comunidad regresó a su parroquia para continuar sus actividades de Semana Santa.
